Otro escándalo en la UAEH
La detención de más de 60 estudiantes, identificados como integrantes de la comunidad del Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), vuelve a poner en tela de juicio a la máxima casa de estudios de la entidad.
No es que el rector Adolfo Pontigo tenga la culpa o que haya ordenado hacer fiestas para provocar detenciones, sino que persisten las mismas prácticas que tanto se ha dicho se deben erradicar.
Pláticas y pláticas de responsabilidad y empatía social y emocional con los estudiantes, docentes y trabajadores, y los comportamientos siguen siendo los de siempre, los de antes de la pandemia, los de toda la vida.
La tradición estudiantil de la Sociedad de Alumnos, de los grupos políticos, de la grilla contra gobierno, la anarquía disfrazada de oposición intelectual, la formación de cuadros, todo lo que se criticó que algún día debía desaparecer en la UAEH.
Ahora toca a las autoridades salir a defender a los estudiantes, varios de ellos menores de edad, pues en efecto no estaban cometiendo delitos, simplemente estaban siendo jóvenes y disfrutando de la etapa que les corresponde, alentados, sí, por la Sociedad de Alumnos y las clásicas fiestas de cada inicio de semestre.
Por otro lado, está la actuación de la Policía municipal y la autoridad en Real del Monte, gobierno de Mineral del Monte que encabeza Alejandro Sierra Tello del PRI, un polémico personaje que se sabe ha tenido problemas con diversos sectores de la sociedad, que le gusta ejercer su puesto con mano dura para que le respeten y que gusta de las detenciones como método de represión en seguridad pública. Este jueves el rector Adolfo Pontigo sale a presentar la Feria Universitaria del Libro, momento que debe aprovechar para hacer un llamado enérgico contra toda acción hacia los estudiantes.
Simplemente estaban siendo jóvenes y disfrutando de la etapa que les corresponde