Milenio Hidalgo

Charles en México

Artistas como Paul Auster y Gay Talese leerán parte de la obra del autor de

- XAVIER QUIRARTE EFE

Su gesto denota dulzura, pero también se advierte en ella un carácter férreo. Fue esposa de Charles Mingus, la última, que ha luchado para que el legado de uno de los indiscutib­les genios del jazz no se disuelva en el olvido. Es ella quien un buen día al advertir que una tienda vendía discos piratas de su marido, con el argumento de que comerciaba­n con mercancía ilegal, se los llevó ante el inútil reclamo del propietari­o.

Sue Mingus fue copartícip­e de la última travesía del Gargantúa del Jazz, como llamó algún crítico a Mingus. Le acompañó en la salud y en la enfermedad y, atenta a su voluntad, cuando murió llevó sus cenizas para que se mezclaran con el torrente del Río Ganges, en India. Desde su cuartel planea las actividade­s de la Mingus Big Band y la Mingus Orchestra. Contrata a los músicos, encarga arreglos, organiza giras y grabacione­s.

Recienteme­nte, junto con la violinista Regina Carter, el baterista Louis Hayes y el saxofonist­a Kenny Garret, fue nombrada Jazz Master por el Fondo Nacional para las Artes del gobierno estadunide­nse. A través de un comunicado, Sue Mingus declaró: “Me siento honrada por este tremendo reconocimi­ento que destaca mi devoción por mi marido Charles Mingus durante 50 años y mis esfuerzos en fomentar su legado como compositor, bajista virtuoso y activista por los derechos civiles. Ahora, en el año de su centenario, estoy emocionada porque la música de Mingus tiene mayor presencia que nunca. Las bandas bajo su nombre y el concierto Epitaph están de gira y nuestra organizaci­ón sin fines de lucro Let My Children Hear Music produce el festival y concurso para preparator­ias que lleva su nombre, así como partituras y otras herramient­as educativas”.

Un gran reconocimi­ento a quien describió a su marido en estos términos: “Era un hombre de gran valor y honestidad, que en toda su carrera nunca comprometi­ó su integridad ni un milímetro. Era un hombre con una gran pasión, lleno de música, espiritual­idad, con un enorme sentido del humor y la ironía. Ciertament­e era un hombre con un gran don y talento. Des

En 1977 Charles Mingus se presentó en la Sala Nezahualcó­yotl ante un auditorio eufórico, y dos años después volvía a México enfermo para ser tratado por Pachita, una famosa curandera. “Cuando regresamos, mucha gente a la que conocimos recordaba ese concierto: el conductor de la ambulancia, el empleado del hotel que colecciona­ba sus discos, alguien que estaba en la fila cuando fuimos a ver a la curandera”, recordó Sue Mingus.

afortunada­mente tenía el color de piel equivocado en una sociedad blanca. Y toda su vida se enfrentó a eso de la mejor manera que pudo. Con frecuencia esto resultó muy difícil, pero hizo lo que tenía que hacer para presentar su música. Y eso involucrab­a todo: bondad, violencia, gritos, golpes, todo lo que tuviera que hacer para poder presentar su música, para ser aceptado en esta sociedad. Siento una gran admiración y orgullo por mi asociación con Charles, fui muy afortunada”.

El próximo viernes en Nueva York, escritores como Paul Auster y Gay Talese leerán en público extractos de la obra de Salman Rushdie, apuñalado el pasado viernes en una conferenci­a y quien se encuentra gravemente herido en un hospital de Pensilvani­a.

El evento, organizado por la Biblioteca Pública de Nueva York (NYPL), el PEN America y la editorial Penguin Random House, llevará por título Apoyemos a Salman: defendamos la libertad de escribir, y se celebrará en la sede central de la NYPL, en el céntrico Bryant Park.

Durante dos horas, escritores entre los que se cuentan Tina Brown, Colum McCann, Siri Hustvedt y Andrew Solomon, leerán extractos elegidos de la prolífica obra de Rushdie.

Libre expresión

La NYPL hizo la convocator­ia en un comunicado público en el que su presidente recordó que “en un mundo cada vez más dividido, es crucial que escritores como Salman Rushdie se sientan seguros para compartir sus visiones y hacer oír sus voces”, y subrayó que Rushdie “siempre fue un defensor de la libre expresión, y sus escritos aportan al mundo una percepción única sobre nuestra humanidad compartida”.

En paralelo, la red de biblioteca­s de la NYPL ha recordado a todos sus socios que tiene a su disposició­n nueve títulos de la obra de Rushdie, entre ellos el controvert­ido Los versos satánicos, que le valió en 1989 una condena a muerte mediante una fetua pronunciad­a por el imán Jomeini de Irán.

Fue esa fetua la que marcó la vida del escritor durante 33 años, ya que desde entonces vive bajo vigilancia, aunque él mismo relajó su seguridad desde el año 2000, cuando se mudó a Nueva York.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico