Gobierno de coalición
¿
Se imagina usted que el próximo gobierno llevara a las mejores mujeres y hombres a formar parte del gabinete presidencial, sin importar su filiación política, o más aún: sin pertenecer a ningún partido político? Nuestro país sería otro.
Sé que lo que estoy planteando es una utopía, porque lamentablemente hasta hoy, la única vía para acceder al poder son los partidos políticos. A quien llega al poder, no le interesa llevar los mejores perfiles de otras filiaciones políticas o de la sociedad civil. Se premia la lealtad, la incondicionalidad, que sean buenos operadores para su causa… Y lo demás es secundario.
Por eso México no avanza en muchos renglones, pues se cae en la improvisación. Insisto, sin tomar en cuenta a las y los mejores mexicanos que mucho pueden aportar.
Hoy todo apunta a que la Presidencia se definirá entre dos coaliciones: Morena, PVEM y PT; y PRI, PAN, PRD y posiblemente MC. En la primera ya se demostró que sus aliados no tuvieron ni una dirección general; en la segunda al menos hay la disposición en caso de ganar la Presidencia, de entregarles algunas secretarías en proporción al número de votos obtenidos en la contienda electoral.
Al margen de quién se erija con la victoria, me parece fundamental reservar algunas secretarías importantes para la vida del país a la sociedad civil, para ello. En ese sentido, se podrían pedir propuestas a instituciones especializadas en cada caso, y que el Presidente electo decida en consulta con el gabinete plural.
Por eso es de la mayor importancia ejercer la facultad que ya está establecida en la Constitución para el Presidente, de establecer en México un gobierno de coalición. Se daría cauce y propósito al pluralismo que existe en el país.
Sería un error establecer una coalición electoral que no signifique un cambio de régimen, con una alianza desnaturalizada, desprovista de un programa, sin reglas donde se establezca la forma en que se ejercerá el gobierno en un eventual triunfo.
En tanto no se apruebe la ley reglamentaria del artículo 89 Constitucional, el esfuerzo tendría que ser por impulsar, antes queuncandidato,unprogramadegobierno apuntalado por una coalición legislativa. La circunstancia actual es histórica, y nos debe llevar a considerar que es momento de transitar del modelo presidencial a un intermedio, semipresidencial, con mayor equilibrio y que dé condiciones de gobernabilidad al titular del Ejecutivo.
Del anecdotario
Valoro el informe que presentó el subsecretario Alejandro Encinas sobre el avance en las investigaciones del Caso Ayotzinapa, aunque las expectativas por encontrar con vida a los estudiantes son mínimas, es mejor conocer la verdad aunque duela.
Sobre las indagatorias que han realizado y prosiguen, he acudido las veces que se me ha citado y lo seguiré haciendo las veces que sea necesario, para aclarar las acciones e instrucciones que di a mis colaboradores durante y después de esas horas aciagas.
Queda claro que la mal llamada “verdad histórica” quedó atrás, fue una manipulación de las actuaciones del gobierno federal. Falta saber las motivaciones.
Confío en que la Fiscalía General de la República ahondará en las investigaciones para que se haga justicia. Sólo así podremos pensar en una necesaria reconciliación.
Reitero mi solidaridad, respeto y comprensión a los padres de familia, compañeros de los estudiantes y al movimiento social que los acompaña. * EX GOBERNADOR DE GUERRERO