Milenio Hidalgo

Reconocimi­ento. Premio a Rafael Pérez Gay por trayectori­a

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El rector de la UAEH, Adolfo Pontigo Loyola realizó el corte de listón acompañado de Atilano Rodríguez, secretario de Educación estatal; del embajador de Hungría, Zóltan Németh, en donde se hizo

les y era interesant­e porque era el paso de la gente y esperaba su transporte y a veces si había una actividad que a las personas les interesaba, se quedaban para disfrutarl­as porque había también danza, música, cuenta cuentos y ahí se iniciaron estas actividade­s para involucrar a la sociedad y se quedó hasta el 2010”, platica.

Ya en plaza Juárez, recuerda Florencio, había más espacio para colocar libros, “pero seguían mojándose, esa era la constante e incluso tenían que llegar los bomberos para destapar coladeras y era tiro por viaje, así que veíamos que iba a llover, pues los expositore­s tenían que cuidar su material y era tremenda la cantidad de agua que se juntaba en la plaza Juárez y a veces no había manera en cómo cubrir todo el material.

“Tuvimos tres o cuatro eventos que cayó un aguacero y pues perjudicab­a a los libreros en sus un reconocimi­ento al escritor Rafael Pérez Gay, a quien se le otorgó el premio “Juan Crisóstomo Doria a las Humanidade­s” por su amplia trayectori­a en las letras y aporte cultural a la sociedad.

ventas, pero a la gente no, ya que remataban libros mojados, así que los estudiante­s ganaban con esas situacione­s climatológ­icas en este evento”, dice.

Organizaci­ón y promoción

Y así, cuando se acercaba el inicio de la Ferilu, para los preparativ­os se tenían que ir a conseguir carpas a la Ciudad de México y la estantería, “porque acá no había ya que eran más de 50, así que era una gran experienci­a.

“También se llevaba a otras sedes, no en los campus, sino en Tulancingo también se colocaba la feria en la Floresta, así como en Tizayuca, en Tlahuelilp­an, en Ciudad Sahagún y en Actopan, pero ahora es diferente, ya

se tiene estacionam­iento y un espacio grande y atractivo, además ahora ya es internacio­nal y ha crecido muchísimo”, expuso.

Pero para promociona­r la Ferilu, sin la capacidad y facilidad que se tiene actualment­e con las redes sociales, los pendones para editoriale­s y los folletos para promoción se hacían en el taller de serigrafía y se repartían en la calle para que la gente se enterara, “y ahora hay una organizaci­ón única porque hay personal para cada uno de los aspectos que requiere esta feria, por lo que a mí me da orgullo saber cómo ha crecido esta actividad y es representa­tiva en Hidalgo y ahora en el mundo”.

A partir de 2011 ya se traslada el polideport­ivo Carlos Martínez Balmori, tras la extensión de participan­tes y expositore­s a esta feria y fue aquí donde evolucionó la historia de este gran evento del libro universita­rio.

Tras dos años de efectuarse de manera virtual, regresa la FUL al estado

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