Milenio Hidalgo

Daredevil: justicia ciega

- TEODORO SANTOS

Uno de los personajes más icónicos, y hasta cierto punto incorrupti­bles, del universo Marvel es sin duda alguna Daredevil, quien no sólo combate el crimen organizado y a su líder Kingpin, en las noches con un traje rojo quemado en la Hell’s Kitchen, Nueva York, sino que de día hace justicia como Matt Murdock, el abogado invidente que sólo defiende a quienes son inocentes, poniendo a prueba el dicho popular que no se puede ser juez, jurado y verdugo.

En últimos días el Diablo de Hell’s Kitchen, también conocido en México como el Diabólico en la década de 1980, cobró relevancia nuevamente, no sólo por su aparición, fugaz, en la más reciente cinta de Spider-Man, No Way Home (Sin camino a casa), sino también por su llegada a la serie de She-Hulk, la abogada esmeralda que por alguna extraña razón se rehúsa a ser una heroína como su primo Hulk, pero que hace un gran trabajo destrozand­o a los villanos.

Aparte de algunas imágenes que circulan en redes sociales que muestran a Daredevil en la producción, curiosamen­te con el traje original en guinda y amarillo, no se tiene mucha informació­n de su presencia, relevancia y permanenci­a en la serie de Disney+.

Para algunos fanáticos del Diablo de Hell’s Kitchen, es justicia para el personaje que alguna vez se dijo destrozó Ben Affleck en la cinta de 2003, pero que revivió con la serie de Netflix protagoniz­ada por Charlie Cox, quien se pone nuevamente los cuernos en el nuevo universo expandido de Marvel en la televisión; pero, como en todo hay un riesgo, sino pregunten a John Constantin­e, de Matt Ryan, a quien se le canceló la serie de televisión para después incluirlo en la serie DC Heroes of Tomorrow, donde tristement­e pasó desapercib­ido.

“La justicia es ciega”, se pregona normalment­e, pero de verdad es ciega como nuestro amigo Matt Murdock, o simplement­e se pone un velo que lo simula cuando no conviene ver todos los hechos.

Esta situación impulsó la creación de Daredevil, los huecos legales, imposibili­dad del sistema de justicia para aprehender a criminales de alto rango y la corrupción en sus filas, orillan a un abogado invidente a tomar la justicia por sus manos y dejar de la lado la ley; pero qué pasa en la vida real cuándo esta situación se presenta, cuando la ley no es suficiente y la justicia no sólo es ciega sino ausente.

Claro, depende de cada punto de vista y situación específica, ya que no es lo mismo que un personaje sea detenido por un presunto delito, y ser liberado a las pocas horas, que se incrimine a una persona inocente de otra falta a la ley, quien podría permanecer meses e incluso años tras las rejas antes de ser liberado; o cuando un partido político dobla la norma para obtener un triunfo en una elección, pero no hay elementos para anular los comicios.

Lo siento lector y lectora, pero este espacio nuevamente es invadido por la política, pero como siempre esperamos hacerla digerible…

Lea esta columna completa en https://www. milenio.com/hidalgo.

Qué pasa en la vida real cuándo esta situación se presenta, cuando la ley no es suficiente

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