“La nueva responsabilidad militar”
Nunca en sus más de 100 años de existencia, el Ejército mexicano ha evadido su responsabilidad, a pesar de que los retos de este país cambian a gran velocidad.
La Guardia Nacional (GN) ha sido una responsabilidad militar desde sus inicios. Podría entenderse entonces como la crónica de una integración institucional anunciada. Quizá no, pero lo que sí es seguro es que fueron los militares quienes le dieron a GN la estructura, la disciplina y sobre todo el pie veterano con el que se formó, aun y a pesar del debate sobre la civilidad legal de la misma, es decir, se tenía una responsabilidad y se cumplió a cabalidad. Se tenía que crear y formar una institución que diera a escala federal respuesta al problema de la inseguridad, se hizo y la gente confía en ella.
Se tenía la responsabilidad de profesionalizar a sus cuadros y se hizo. En el Heroico Colegio Militar se están graduando las primeras antigüedades de guardias nacionales que egresan con estudios profesionales en materia de seguridad pública. Con base en la disciplina y lealtad militar, los nuevos oficiales de GN tienen todas las herramientas y capacitación en materia de respuesta policial ante cualquier circunstancia, además, por ejemplo, la capacitación sobre proximidad social tan necesaria en el ejercicio de la seguridad pública.
Sin embargo a lo anterior, la pregunta que surge es ¿cuál será la nueva responsabilidad del Ejército?
Con la integración de GN a Sedena, surgió de inmediato una corriente de opinión que, en un intento de objetividad, vaticina que a quien se le responsabilizará de los resultados en materia de seguridad al final del sexenio será a los militares.
Surgió también la tendencia de que los soldados ya se encuentran insertos en la política y peor aún, en el juego político del partido en el poder, así como en el de la oposición. Valdría la pena evaluar y aceptar que los soldados no se entrometen en política y demostrado está su total rechazo cuando se les intenta involucrar en ello.
¡Cuando se politiza la seguridad, comienza su debilitamiento!
La nueva responsabilidad militar también será poder enfrentar a una clase política que, ayer desde la oposición, se oponía rotundamente a todo lo militar y hoy desde el poder apoyan ciegamente lo que se presente. Lo mismo sucedió con quien ayer era el poder y apoyaba todo; y hoy son los que se oponen y critican.
Esta nueva responsabilidad se debe dar a la tarea de demostrarle a quienes aseguran que los soldados tendrán un gran poder a partir de la integración de la GN, que todos los recursos que se han puesto a su disposición, ya sea económicos, legales y materiales, han sido correctamente utilizados en favor del país.
En esta nueva responsabilidad se debe demostrar que el Ejército mexicano es una institución permanente del Estado y que ante los nuevos retos multidimensionales de seguridad, este país necesita por mucho de ellos, ya que desde diferentes espacios a los únicos que llaman son a los militares; aun y a pesar de protestas y de asegunes de “seguridad sin guerra” o “militarización del país” y nimias de ese tipo.
Los soldados jamás han preguntado a nadie de qué lado están.
No preguntan sí están con ellos o en su contra.
El porqué es muy sencillo. Los soldados están con todos los mexicanos.