Elisa Carrillo
La bailarina ofrecerá su gala el 30 de octubre en el Auditorio Nacional, donde participan “estrellas de las compañías más reconocidas del mundo”; la presentación finalizará con Bolero, de Maurice Béjart “Sueño con llegar a cualquier rincón de mi país”
Después de presentar Bolero, de Maurice Béjart, en el Teatro Morelos, en Toluca, Elisa Carrillo realizará la “Gala Elisa y amigos” en Ciudad de México, en el Auditorio Nacional. Aunado a la noche en la que la danza clásica, contemporánea o neoclásica se hará presente con bailarines de las más prestigiosas compañías internacionales, el 30 de octubre se interpretará también la coreografía de Béjart.
“Desde un principio tenía el deseo de llevarla a la ciudad, porque es importante llegar a todo el público, ya que uno de mis sueños es poder llegar a cualquier rincón de mi país. Tengo mucha ilusión, el Auditorio Nacional es un escenario muy especial, el cual respeto mucho y es un gran reto, en el sentido que es un espacio muy grande donde hay mucha gente. Bolero se verá bellísimo”, comenta la bailarina desde Alemania.
En cuanto a los cuestionamientos que surgieron sobre no bailar en esta edición en el Palacio de Bellas Artes, considerado el máximo recinto cultural, asegura: “Cuando salió la oportunidad de Bolero, yo lo que quería era acercarme a diferentes puntos de la República, no quedarme solo en un lugar, y como son funciones contadas, una de las cosas que hemos querido es llevarle a un espacio lo más grande para que lo vean más personas”.
La primera bailarina del Ballet Estatal de Berlín busca constantemente llegar a diversos espacios, aunque si surge la oportunidad de estar en Bellas Artes, dice no dudarlo: “Es el primer escenario, la cuna del arte que pisé desde muy pequeña y nunca descarto nada. Esta vez podremos alcanzar a muchas personas, ojalá nos acompañen”.
Hecho en México
Es una pieza que dura 16 minutos y la exigencia va más allá del escenario. Elisa baila descalza sobre una gran mesa redonda, acompañada de la música de Ravel y en la que poco a poco más de 30 bailarines, en un inicio sentados, se unirán al acto.
Bolero exige concentración y proyección y, sin dudarlo, asegura que es uno de los retos más
importantes en su carrera, porque además de la parte artística, se unieron factores logísticos y creativos como la realización de las sillas, la mesa y vestuarios: “Fue algo superlindo saber que todo fue hecho en México”.
Estrellas internacionales
Sobre los artistas que participarán, “de las cosas que estamos acabando de afinar es la parte de las estrellas que nos van a acompañar; ahorita la agenda en esta época de año empieza a estar más apretada para todos los bailarines porque empieza la temporada de otoño, pero puedo decir que Matthew Golding y Lucía Lacarra van a estar conmigo, además de todos los bailarines que me acompañaron en Bolero.
“El programa puntual, con los bailarines, lo tendré muy pronto, será cuestión de un par de semanas, pero serán estrellas de las compañías más reconocidas del mundo, que siempre me acompañan y será un programa que muestra la parte clásica, pero también la parte contemporánea, cosas neoclásicas, cosas distintas porque también es una manera de acercar al público que no conoce tanto la danza. Será un programa con diferentes estilos de danza y terminando con Bolero, de Maurice Béjart”.
Una década de baile
La “Gala Elisa y amigos” celebra 10 años, experiencia que la ha llevado a observar el crecimiento del interés sobre la danza, donde se ha daEstará do cuenta que hay más público, además de mostrar que la danza no solo se refiere al ballet clásico, sino que tiene muchas maneras de expresarse, con diferente música y con diversos movimientos.
También se ha logrado, concluye la primera bailarina, que otras personas sepan que se practica ballet en México, y eso les da otra visión del país. “Hay gente de otras partes del mundo que miran a México de otra manera, hablando del mundo del ballet, y creo que es algo importante para mí: que sea reconocido por esa parte, que hay talento, que hay mucha gente que baila, que tenemos cultura por la danza y que, claro, aunque no seamos un país reconocido por el ballet clásico, estamos ahí y que vamos hacia adelante”.