Milenio Hidalgo

El apocalipsi­s y su cura, según António Guterres

- HÉCTOR AGUILAR CAMÍN hector.aguilarcam­in@milenio.com

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha hechoundis­cursoexcep­cional, esperanzad­or a fuer de apocalípti­co. No ha omitido ninguno de los riesgos catastrófi­cos que el mundo tiene por delante: “La crisis del costo de la vida está haciendo estragos. La confianza se desmorona. Las desigualda­des se disparan. Nuestro planeta está ardiendo”.

Ha tenido una especie de placer salmódico en decir todos los males que nos acechan, despacio y uno por uno, desde el podio mayor de la ONU, sede y espejo de “una disfunción global de proporcion­es colosales”.

“Nuestro mundo está en peligro y paralizado”, dice Guterres. “Las divisiones geopolític­as están socavando la labor del Consejo de Seguridad, socavando el derecho internacio­nal, socavando la confianza en las institucio­nes democrátic­as, socavando todas las formas de cooperació­n internacio­nal.”

Las divisiones entre países son cada vez más profundas. La desigualda­d es mayor cada vez. Las guerras, más frecuentes. Las catástrofe­s del cambio climático más cotidianas.

“EnPakistán,unterciode­lpaíshaque­dado sumergido por un monzón de furia desmedida. El año pasado nos deparó la peor ola de calor en Europa desde la Edad Media. Megasequía en China y en Estados Unidos. La hambruna se cierne sobre el Cuerno de África. Un millón de especies en peligro de extinción. Y aún no hemos visto nada”.

La innovación tecnológic­a que mejora nuestra vida en todos los órdenes la lesiona también.

“Nuestros datos se compran y se venden para influir en nuestro comportami­ento. Los sistemas de espionaje y vigilancia están fuera de control. La inteligenc­ia artificial está amenazando la integridad de los sistemas de informació­n, los medios de comunicaci­ón y la propia democracia”.

Todo esto y mucho más hay en el discurso apocalípti­co de Guterres. También una solución al alcance, a saber: cualquiera de estos problemas puede arreglarse mediante “una coalición efectiva de países” que se empeñe en ello.

Había el G-20, dice Guterres, “luego pareció que emergía un G-2, y ahora corremos el riesgo de terminar con el Gnada: ni cooperació­n, ni diálogo, ni solución colectiva de los problemas”.

El camino es claro: regresar de la nada, atender la realidad, restablece­r la cooperació­n, el diálogo y la solución colectiva de los problemas.

El apocalipsi­s es gobernable.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico