El perro, el mejor amigo de los peques
La responsabilidad y respeto se puede aprender por su relación; la convivencia otorga beneficios de comportamiento a menores
Es Día del Niño y en Amor Animal dedicamos este artículo a las características y beneficios que puede tener una relación entre una niña o niño con un animal de compañía, en específico, un perro. Se habla de que dicho tipo de interacciones se caracterizan por ser “una comunicación muy limpia” de la cual se pueden desprender diferentes aprendizajes.
Carlos Alberto Mendoza Blanco es psicólogo y educador canino, quien además desarrolla procesos psicoterapéuticos a niños con ayuda de canes, afirma que “el perro no espera que el niño se comporte de cierta forma y el niño a su vez tampoco espera del perro que se porte o que se comporte de cierta forma, es decir, ellos simplemente quieren interactuar el uno con el otro, decimos es que su relación es un solo canal porque es directa, no hay prejuicios entre ellos”.
Mendoza Blanco hizo mención a diferentes estudios en los que se resaltan distintos beneficios que un niño conviva con canino. Por ejemplo, aquellos menores nacen y se desarrollan al lado de un animal presentan un sistema inmunológico fortalecido y por lo tanto no suelen padecer enfermedades. Esto sucede contrario a lo que usualmente piensa la gente que expresa que un animal puede contagiar enfermedades.
El convivir con un animal conlleva otras ventajas para los menores en su desarrollo social y psicológico. “Se ha visto por ejemplo que esos niños que tienen un perrito en casa desde pequeños, cuando van creciendo son mucho más empáticos con sus pares, tienen relaciones más colaborativas, más de cooperación, suelen tener incluso menos o no llegar a presentar problemas de conducta o conductas disruptivas o conductas de acoso escolar ni de emitirlas, ni de recibirlas”.
El tener una mascota en casa significa una serie de responsabilidades para la familia. Esto se puede aprovechar para asignar a los menores de edad alguna de las tareas y así aportar a que los pequeños que puedan sentirse competentes, con mejor autoestima y responsabilidad.
Algunas de las responsabilidades que se pueden asignar es el servir alimento, agua, cepillarlos con la supervisión de un adulto. Además podrían ayudar a recoger las heces o pasear al animal siempre y cuando el niño pueda controlar la fuerza. Es importante que los padres o tutor conozcan el comportamiento del animal para así, prevenir si el can se encuentra estresado durante alguna interacción con un menor de edad.
El experto aportó algunas razas que podrían ser aptas para que vivan en casa, esto sin la intención de estigmatizar. Algunas razas son el labrador, el golden retriever, cocker y pastor alemán que suelen caracterizarse por tener cooperación con el humano.