PIDEN PLAN URGENTE PARA LA PRIMAVERA
Colectivos y científicos alertan por agresión constante al bosque
El bosque La Primavera no sobrevivirá con medidas de corto plazo, mientras la enorme presión de la ciudad genera deterioro a todo el patrimonio biológico y geológico que allí se resguarda. La asociación civil Anillo Primavera, y el comité ciudadano del organismo público descentralizado, representados por la investigadora Sandra Valdez, reiteran la necesidad de un plan “de emergencia” que garantice que los procesos de la periferia del bosque sean controlados.
A propósito del último incendio, del lunes y martes pasados, que afectó más de 800 hectáreas en la zona norte del polígono protegido, y que fue extinguido la noche del 2 de mayo, las autoridades se han pronunciado por un control estricto de la visitación al área protegida. La activista pide ir más lejos, porque La Primavera enfrenta múltiples desafíos que demandan planteamientos más ambiciosos, de acuerdo con una conversación con MILENIO JALISCO.
“Como Anillo Primavera estamos planteando hacer una zona de amortiguamiento en el bosque, que también es una de las recomendaciones que hace la Unesco desde 2006, cuando fue designada reserva mundial de la biosfera […] a eso nos dedicamos, a generar un plan para que sea una zona de amortiguamiento; es importante señalar que cuando se dice zona de amortiguamiento mucha gente se alarma porque piensa que es una zona donde no se puede hacer nada, pero no es cierto; las personas son muy importantes en esta zona para que funjan como actores principales en la conservación; el área de amortiguamiento no solo toma en cuenta el tema biológico, sino también el cultural y el de la identidad”, explicó.
- ¿Qué tan realista es el planteamiento frente a la fuerza de este grupo de empresas inmobiliarias que están expandiendo la ciudad? Ellos pagan campañas políticas y terminan tomando muchas decisiones sobre los ayuntamientos, ¿cómo enfrentar este enorme poder? Se le preguntó.
- Nosotros como lo tenemos planteado es irnos poco a poco y con calma; como comité ciudadano estamos insistiendo desde el año pasado y organizamos junto al comité científico un seminario para el bosque, del cual las conclusiones fueron la declaración para el siglo XXI; uno de los puntos más importantes es generar un plan de emergencia para el bosque, nos preocupa que el programa de manejo no se ha actualizado desde 2002, y en lo que ocurre pasarán dos años más; necesitamos este plan de emergencia, sin duda.
Entre lo que más alarma “es que de 2014 a 2016 han subido en 62 por ciento las visitas; hablamos que en Semana Santa entraron alrededor de seis mil coches y que por día entraron de diez mil a doce mil personas; si tenemos este programa de manejo desactualizado, no hay un criterio para entender cuál es la capacidad de carga del bosque; se debería de partir de ahí para ver cuántas personas pueden entrar al bosque, cómo pueden entrar […] si el bosque tiene la capacidad de regenerar, otra cosa a tomar en cuenta es tener un plan de conservación para los corredores biológicos; hace un mes se quemaba el cerro de El Tepopote, hoy (ayer) mencionaban las 1,800 hectáreas afectadas sobre el volcán de Tequila, que es otro de los corredores; en Ahuisculco, también la semana pasada hubo un incendio y falleció uno de los brigadistas de Selva Negra, de la unidad Puma, entonces vemos que es urgente conservarlos”.
A su juicio, es alentador el compromiso del gobierno zapopano de Pablo Lemus para blindar legalmente la conservación del corredor de El Tepopote; “son pequeñas acciones que van conformando la zona de amortiguamiento; ahí es muy importante la coordinación de los municipios y el estado para poder generarla”. Sandra Valdez reconoció que el proceso de revisión de los planes parciales de Zapopan son una oportunidad para acotar las zonas urbanizables, proteger corredores y evitar infraestructuras y construcciones que pueden generar presión al bosque, como las grandes naves industriales cubiertas de lámina que maximizan el calor y generan condiciones propicias para los fuegos
oportunistas.
“Es fundamental que los ciudadanos vayamos a las consultas públicas y presionemos para que se den los ajustes necesarios en esos planes”, destacó.
Otro punto importante de este plan de emergencia “es tener indicadores; no hay en La Primavera un sistema de indicadores para poder evaluar lo que tenemos, datos reales, tangibles, con sentido común y un fundamento científico, para ver si realmente hemos avanzando en la mejora, en la gestión del bosque; uno de los grande indicadores fue el incendio de 2012 que cambió la forma de gestión del bosque y, hasta la fecha, seguimos sin tener ni poder actualizar el programa de manejo; así que un sistema de indicadores nos parece importantísimo también”.