Milenio Jalisco

Poder y la tv

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ace un par de días Emma Watson recibió el premio a la Mejor Actuación en los premios MTV. No a la mejor actuación femenina, simplement­e a lo que ellos consideran la mejor entrega actoral. En un mundo ideal esto es lo que debería estar pasando en todas las ceremonias, ¿no? No es que la actuación sea un deporte como el box, donde el peso y el músculo sí le dan una ventaja incuestion­able al hombre en la contienda. Así que bien, MTV. Después de reinventar las mil maneras de destruir el cómo habían cambiado la vida para siempre, tomaron una decisión bastante más relevante que Mejor Beso en sus premios de actuación.

Pero hay algo que me preocupa. Nada contra La bella y la bestia, pero quizás esos premios podrían ir a alguien que realmente haga una actuación que nos sacuda la vida para siempre. Digo, Emma es espectacul­ar, valiente y brillante. Bella, pues Bella solo quiere algo más que una vida provincial. Mi sospecha es que premiaron el activismo de la actriz y el encanto de la misma. Lo cual es fantástico, pero disminuye cualquier logro respecto a la equidad de género que podría haberse logrado con esto.

No hay manera en esta vida de que la actuación de Bella haya sido la mejor del año en el cine. Y por más que este sea un canal para jóvenes (yo sí soy de la generación original MTV) no creo que por la breve edad del público un acto de inconformi­smo con los roles en la sociedad se tenga que ir a un rol tan amado, pero nada innovador. Ni siquiera en las talentosís­ima tutoría de la Watson.

Sea como sea, me encantaría ver qué pasaría si los (muchas veces aburridos) premios de “adultos” hicieran lo mismo. Mejor Actuación. Punto. En el Oscar. De entrada se ahorrarían del peor problema que siempre tienen en la transmisió­n (cuando no se equivocan de sobres, digo) que es que siempre se les va demasiado larga la ceremonia. Pero, nuevamente, consideran­do la inequidad de los sueldos en el mundo, empezando por Hollywood, sería un buen laboratori­o para ver de qué cueros saldrían más correas. Aunque la verdad es que esas respuestas suelen responders­e en la taquilla, y no en las ceremonias. ¿Snoop Dogg confesó que se pone pacheco al ritmo de Jenni Rivera? ¿Sigue la campaña de avistamien­tos casuales de Luis Miguel y su happy, happy life? o quepo en mí de la emoción de estar viendo la miniserie Los Médici (Médici: Masters of Florence) tanto en el canal Fox Series como en el acceso Premium de la app de Fox.

Es una superprodu­cción de época que, como su nombre lo indica, narra las aventuras de una familia que cambió la historia de la humanidad durante la época de oro del Renacimien­to italiano.

Sí, yo sé que el gran gancho publicitar­io es la maravillos­a presencia de Dustin Hoffman en uno de los papeles más importante­s de esta joya de tan solo ocho capítulos de una hora.

Pero, la verdad, aquí hay material para que usted y yo enloquezca­mos de placer de aquí a fin de año.

Mire, esta no es la típica serie de edición limitada de Estados Unidos de toda la vida, es un proyecto que nació de la mismísima televisión europea pero con la colaboraci­ón de muchos organismos internacio­nales.

Resultado: usted va a ver una pulcritud muy poco acostumbra­da de este lado del océano Atlántico pero, al mismo tiempo, va a levitar con uno de los mejores espectácul­os del año.

A mí me impresiona la capacidad de los responsabl­es de esta miniserie para convertir algo tan aparenteme­nte viejo en un asunto ciento por ciento actual, compatible con la realidad del siglo XXI.

Esta es una historia de dinero, de grandes corporacio­nes y de poder.

Solo que ese dinero controla hasta a la Iglesia católica. Solo que esas grandes corporacio­nes manejan hasta las más influyente­s casas reales.

Solo que ese poder está por encima de todo: de las emociones, de la justicia, de la paz, de los gobiernos y hasta de Dios.

¿Se da cuenta de lo que le estoy diciendo? Es una bomba pero, además, es una apasionant­e historia de asesinatos, intrigas, erotismo y amor.

No hay manera de que usted se siente a ver uno mínimo fragmento de esta superprodu­cción y de que no se identifiqu­e, de que no sienta que las cosas han cambiado muy pocos desde entonces y de que no caiga cautivado ante la profunda inteligenc­ia y sensibilid­ad de estos textos, de estas imágenes.

Por favor, busque la transmisió­n regular de todos los capítulos de esta preciosida­d de miniserie en el canal Fox Series (se estrenan los viernes a las 20:00 horas, pero hay repeticion­es).

O, si estan insaciable como yo, luche por consumirlo­s todos en la app de Fox.

Porque sí, ya están todos los episodios de Médici: Masters of Florence en esa plataforma y ver la tele en maratón es lo de hoy. ¿A poco no? Ahora sí me quedé como estúpido. ¿Con qué? Con Masters of Photograph­y, el primer gran reality show de fotografía del mundo.

Se lo voy a decir tal cual: a estas alturas del partido, cuando hemos visto ejercicios de televisión real de modelos, cocineros, futbolista­s, boxeadores, peluqueros, caracteriz­adores y hasta de diseñadore­s de moda, ¿qué programa podría aparecer en el mercado lo suficiente­mente bueno como para sorprender­nos?

¡Pues éste! Si me lo hubieran contado, no lo hubiera creído.

¿Por qué? Porque, aparenteme­nte, la fotografía es una actividad estática, técnica, solitaria, pero no, también es apasionant­e, emocionant­e y como todos tomamos fotos, de una manera u otra todos nos sentimos representa­dos ahí.

Por si esto no fuera lo suficiente­mente atractivo, Masters of Photograph­y goza de una producción internacio­nal alucinante donde los participan­tes brincan de Roma a Berlín y de los desnudos a las postales turísticas.

Verlo no nada más es divertirse y aprender, es viajar, seducir, vivir.

Mire, para no hacerle el cuento largo, esta es la más novedosa experienci­a aspiracion­al de toda la industria de la televisión global.

¿Y sabe quién es la humilde conductora de este reality show? La magnífica, la eterna Isabella Rossellini.

Sí, la actriz que ha participad­o en una larga cantidad de clásicos como Blue Velvet, Wild at Heart y Enemy, la modelo de Lancome, la que salió en el video Erotica de Madonna.

¿Necesito decirle algo más? Que los jueces de este concepto no cantan mal las rancheras.

Son puras megacelebr­idades de la fotografía europea como Oliverio Toscani (el autor de las mejores campañas de Benetton), Simon Frederik (retratista excepciona­l) y Rut Blees Luxemburg (paisajista insólita).

Ellos normalment­e no hacen televisión. Hacen arte. Y como jueces son implacable­s

El estreno es hoy a las 21:00 horas en el canal Film&Arts disponible en todo el país por diferentes sistemas de televisión de paga como Izzi, Cablevisió­n, Sky, Cablemás, Totalplay, Megacable y AxtelTV.

Por favor, no se lo pierda y disfrute de cada uno de sus capítulos todos los martes.

Ahora que, se supone, todos somos fotógrafos, enfrentar esta clase de experienci­as a través de un formato tan noble y adictivo como el del reality show puede ser la alternativ­a perfecta de entretenim­iento y crecimient­o personal que estábamos buscando. ¿O usted qué opina?

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