Suspende EU por 2 años la deportación de Vizguerra
La activista deja el templo donde estuvo atrincherada casi tres meses; “la lucha continuará”, asegura la migrante indocumentada
Después de obtener un permiso para permanecer en Estados Unidos hasta 2019, la migrante indocumentada Jeanette Vizguerra salió de la iglesia bautista donde se encontraba refugiada.
Durante tres meses, la mexicana, considerada por la revista Time una de las 100 personas más influyentes del mundo, pidió asilo en la congregación First Unitarian Society, en Denver, y posteriormente estuvo en un templo bautista.
Al salir estuvo acompañada por sus cuatro hijos y afirmó que era momento de luchar juntos. “Han sido meses muy difíciles porque, aunque he seguido luchando y trabajando desde adentro, mis hijos me hacían falta. Sigo (luchando) por todos esos padres y madres que pasan por la misma situación que yo”, declaró en una rueda de prensa transmitida por CNN.
Vizguerra calificó de “milagro” la aprobación del recurso “stay”, el cual promovió su abogado.
“Ayer no sabía si reír o llorar; me sudaban las manos y pedí que me trajeran a mis hijos. Necesitaba celebrar esa noticia con ellos, que son la razón de mi lucha”, explicó mientras abrazaba a una de sus hijas.
La activista, de 45 años, dijo que se sentía triste por la indocumentada peruana Ingrid Encalada, quien también se refugió en una iglesia. “Mientras yo celebro, ella también tiene ganas de salir de ahí. Antes de refugiarme fui a visitarla y le dije que con mi caso iba a empujar el de ella. Aunque mi asunto no ha terminado, estos dos años van a ser para luchar ahora también por ella”, detalló.
La activista, quien ha vivido más de 20 años en Estados Unidos, tenía una orden de deportación desde 2013. Esa medida fue suspendida hasta marzo de 2019 gracias al recurso y mientras se gestionó, el abogado tramitó la visa, debido a que Vizguerra fue víctima de violencia en 2001.
En febrero pasado, Jeanette debía acudir al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), pero su abogado le aconsejó no asistir ante el riesgo de ser deportada. Esa ocasión la mexicana optó por atrincherarse.
Autoridades de Denver también aplazaron el proceso de deportación del mexicano Arturo Hernández García, informó su representante legal.
Hernández se refugió en la misma iglesia que Vizguerra, en Denver, para evitar su deportación luego de que en 2010, tras un episodio violento en el trabajo, en el que fue víctima, se descubrió su situación irregular.
El mexicano, que llegó a Colorado en 1999 con una niña de pocos meses de edad, a la que se sumó una segunda hija años después, recibió una orden de deportación pese a que no hubo cargos en su contra.