El fotógrafo Juan Rulfo
C onsiderado como uno de los escritores más importantes del siglo XX, el análisis y difusión de su obra literaria ha opacado el conocimiento y apreciación de su trabajo creativo como fotógrafo, actividad que comenzó a realizar antes que la narrativa, es por ello que al conocerse una selecta exposición de su obra fotográfica con motivo de su homenaje nacional celebrado en 1980, muchos escritores no dudaron en asociarla a su producción literaria, Fernando Benítez, escribió que en “sus fotos retienen el misterio de Pedro Páramo o de El Llano en llamas, mujeres enlutadas, campesinos, indios, ruinas, cielos borrascosos, campos resecos. Una poesía de la desolación y una humanidad concreta, una belleza real expresa un mundo que está más allá del paisaje y de sus gentes, construido en blanco y negro con gran economía y nobleza. Lo que su ojo veía el escritor los llevaba a las letras”.
Esta idea se ha ido modificando, en justicia a los más de 6000 contactos de imágenes que posee la Fundación Juan Rulfo; fue la investigadora Monique Sarfait-Arnaud , la primera en señalar falta de concordancia entre los personajes reales captadas por la fotografía y las literarias, a propósito del grupo de mujeres mixes, opinó que en vez de mujeres estériles y frustradas como si las hay en su novela y sus cuentos en esta serie , Monique encuentra: “siluetas nobles, rostros de mirada profunda, campesinas labrando la tierra o descansando y, sobre todo madres y abuelas orgullosas de sus progenituras”.
Como parte de las celebraciones por el centenario del nacimiento del escritor, el Museo Amparo de la ciudad de Puebla presenta más de un centenar de fotografías, revistas y documentos relativos a la actividad fotográfica de Rulfo; la exposición El
fotógrafo Juan Rulfo, es hasta ahora el estudio más exhaustivo de su obra fotográfica, organizada por etapas y proyectos, como fueron su interés inicial por la fotografía ayudado por cámara 4X4 hasta sus trabajos para revistas o la Comisión del Papaloapan, el registro de filmaciones y retratos familiares. Parte interesante es la que revela el sustrato estético del fotógrafo quien llego a tener 700 libros sobre fotografía y trabajar con fotógrafos como Walter Reuter o Paul Straund; un aspecto interesante que nos permite apreciar correspondencias con estos fotógrafos así como su versión de la naturaleza en la visión de dos clásicos del paisaje, John Constable y José María Velasco.
El mundo prehispánico; el paisaje; la arquitectura, los hombres y mujeres del México rural y urbano son los temas que abarcaron su producción, más allá de la artisticidad de la imagen, de su magistral manejo del recurso técnico, su ojo, la cámara y su decisión, está también la cuestión de que tanto esta producción se atiene al discurso nacionalista en la representación de las clases populares como indígenas y los habitantes de barriadas como Tlaltelolco en la Ciudad de México.
Sus fotografías son testimonios reveladores de la belleza de un tiempo mexicano trascurrido entre la cultura Post revolucionaria y los efectos del
“Mexican miracle”; pertenecen por sus características artísticas a la fotografía mexicana producida en el siglo XX; hay un signo especial, lo que el filósofo llamaría estética, que hace que estos temas que fueron tratados por otros artistas sean en la lente, imaginario y acto creativo diferentes tanto por calidades técnicas como por su propuesta artística, que va más allá de atender al canon de una escuela nacionalista para explorar el mundo de la Luz, la naturaleza y el hombre.
La exposición El fotógrafo Juan Rulfo estará abierta en el Museo Amparo de Puebla hasta el 10 de Julio.