El obispo de blanco, presente en Fátima
Francisco llegó a Portugal por el centenario de las apariciones; regaló una rosa de oro
El papa Francisco llegó al santuario de Nuestra Señora de Fátima, en Portugal, y se presentó como el “obispo vestido de blanco”, usando las mismas palabras del tercer secreto que la virgen reveló a los pastorcitos.
En la primera actividad de su visita apostólica, Francisco rezó ante la Capilla de las Apariciones, una pequeña construcción erigida sobre el lugar exacto donde la virgen se manifestó por primera vez a los niños Lucía Dos Santos, Francisco y Jacinta Marto, el 13 de mayo de 1917.
Antes de ese momento de oración, el líder católico tuvo su primer baño de multitudes al recorrer 4.5 kilómetros por las calles de la ciudad a bordo del papamóvil con dirección al santuario.
El pontífice depositó una ofrenda floral ante una imagen de la virgen, de poco más de un metro de altura, tallada en madera de cedro de Brasil y que se venera en el lugar desde 1920. Luego pasó un largo momento en oración silenciosa ante la imagen.
El pontífice se presentó como el “obispo vestido de blanco”, palabras usadas por la vidente Lucía Dos Santos en su relato de la tercera parte del secreto revelado por la virgen; según se refiere al “que caía muerto” y que se interpretó como el atentado a Juan Pablo II en 1981.
Este secreto fue revelado a los pastorcitos el 13 de julio de 1917. Lucía decidió escribirlo en tres partes, las dos primeras fueron dadas a conocer en 1941, pero la tercera, redactada después, debía darse a conocer solo en 1960 por indicación expresa de la vidente.
El papa después acarició la imagen de la Virgen y donó una rosa de oro, convirtiéndose así en el tercer pontífice que hace este regalo tras Pablo VI, que la envió en 1964 en pleno Concilio Vaticano II, y Benedicto XVI en 2010.
Después bendijo a los fieles y abandonó el santuario para descansar en la Casa Nostra Senhora do Carmo.