Milenio Jalisco

La aviación china despega con impulso de Occidente

En 2024, el mayor mercado mundial, prevén

- Ben Bland/Hong

El modelo Comac C919 completó su primer vuelo de prueba; contiene partes compradas a compañías europeas y estadunide­nses

La primera vez que China intentó construir un avión grande de pasajeros, trató —y fracasó— de aplicar la reingenier­ía en un Boeing 707 que se estrelló al aterrizar en Xinjiang en 1971.

El último vehículo para el sueño de aviación de China, el Comac C919, acaba de completar su primer vuelo de prueba después de que Pekín decidió tomar un camino diferente: comprar las partes a las empresas de aviación europeas y estadunide­nses en lugar de robar su tecnología.

Después de muchos errores, el primer vuelo de un avión de 158 a 174 pasajeros fue un gran momento político y económico para China, que se espera que supere a EU como el mayor mercado de aviación del mundo en 2024.

El gobierno dijo a Comac, de propiedad estatal, en una nota de felicitaci­ón que el C919 “tiene un gran peso e importanci­a para el empuje de innovación del país”. Verlo “volar en el cielo azul hace que el sueño del pueblo chino durante generacion­es se hagan realidad”, agregó.

El C919 fue diseñado para competir con los caballos de batalla de la aviación moderna de corta distancia, el Airbus A320 y el Boeing 737. Ya tiene lista una base de clientes, ya que China pronostica que Comac también construya un avión regional más pequeño, de nombre ARJ21, y que desarrolle, junto con United Aircraft Corp, de Rusia, una aeronave de larga distancia.

China trata de construir un avión grande de pasajeros desde la era de Mao Zedong, cuando los funcionari­os comunistas frenaban la posibilida­d de volar al exterior en aviones de fabricació­n extranjera.

Es poco probable que el presidente Xi Jinping, quien a menudo viaja a bordo de un Boeing 747 operado por Air China, comience a volar pronto en el C919, ya que pasará al menos un par de años para que entre a la producción masiva.

Pero el proyecto de aviación de China todavía se alimenta tanto por la política como por las polí- ticas. Al caminar por una enorme planta de Comac en Shanghái, los letreros de propaganda comunista llevan lemas de Xi y otros con los que instan a los trabajador­es a unirse para alcanzar el sueño de aviación de China. “Recuerden su misión, avanzar y ganar las ‘tres batallas’”, dice uno, refiriéndo­se a los mercados de aviones regionales, de corta y larga distancia.

Xi está ansioso por mostrar los avances de iniciativa­s de alto perfil como la del C919 antes del próximo congreso quinquenal del Partido Comunista en otoño, donde tratará de fortalecer su control en el poder.

Al lograr tener una producción masiva del C919, Comac se unirá a un club selecto de empresas con la experienci­a técnica para construir aviones de pasajeros grandes, incluido Boeing de EU, Airbus de Europa, Bombardier de Canadá y Sukhoi y Tupolev de Rusia.

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ALY SONG/REUTERS El viaje de prueba del avión en el aeropuerto de Shanghái-Pudong.

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