Proponen cobrar por la basura domiciliaria
Que los rellenos sanitarios dejen de ser eje en el tratamiento de desechos es un objetivo
Las metas del Programa estatal para la prevención y gestión integral de residuos del estado de Jalisco son las más ambiciosas que se hayan planteado en Jalisco: poner las bases para lograr en un plazo mediano, “cero residuos”, mediante la valoración de sus componentes, la reutilización y la gestión preventiva. Esto pondría a Jalisco al nivel de la ciudad de San Francisco, California, uno de los mejores ejemplos de cómo un problema se convierte en oportunidades.
Obtener esa meta central no será tarea fácil, porque pasa porque el ciudadano asuma sus responsabilidades personales y los corporativos hagan su parte: las empresas generadoras, por ejemplo, deben hacerse responsables de los residuos de sus productos; los consumidores deben pagar por lo que genera su estilo de vida o bien “internalizarlo” a nivel del hogar. El programa fue publicado el 25 de marzo pasado en el periódico oficial El estado de Jalisco. Hoy, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial lo presentará formalmente.
Un rápido repaso por el programa revela que el costo del sistema actual, que privilegia la disposición final de la basura en rellenos sanitarios, es incosteable económica, ambiental y socialmente. Y, de por sí, transitar a modelos de asociación intermunicipal, respuesta que ha sido privilegiada en la entidad, obliga a grandes erogaciones que han hecho lento ese tránsito.
La inversión para infraestructura realizada en el estado para el tema de residuos en intermunicipalidades de 2008 a la fecha es de aproximadamente 107.5 millones de pesos, pero falta invertir casi once tantos más: 1,096.5 millones de pesos. “Considerando el presupuesto anual máximo disponible para el tema, la inversión mencionada se realizaría en alrededor de 22 años”.
Esto demuestra la urgencia de que el paradigma de “basura cero” sea la meta. Y su motor de financiamiento tiene dos vías esenciales: un cobro universal por el servicio que premia al que menos genera, y la consolidación de la economía del reuso y el reciclaje, lo que a la larga debe dejar obsoleto el esquema de los vertederos o rellenos sanitarios, que cuestan, solamente en el AMG, alrededor 2.3 millones de pesos diarios a los ayuntamientos (MILENIO JALISCO, 6 de junio).
Es decir, si el esquema tradicional es obsoleto, el de los sistemas intermunicipales debe mejorarse porque no resuelve tres problemas: “el primero, es el relativo al aprovechamiento sustentable de los recursos para evitar que se desperdicien como basura”; el segundo, “deriva de que los rellenos sanitarios terminan convirtiéndose en pasivos ambientales, no sin antes empezar a liberar gases con efecto invernadero y lixiviados”; el tercero, “que si no se establecen formas de financiamiento de dichos sistemas intermunicipales que contribuyan a su sustentabilidad ambiental, social y económica, estos pueden dejar de operar” en el largo plazo. El desafío es enorme.