Mamá fue una asesina serial
R ubios, delgados, bien parecidos, con la sonrisa de los ganadores, Paul Bernardo y Karla Homolka, ambos de Ontario, Canadá, representaban para sus conocidos la corporización de Ken y Barbie, los muñecos fabricados por la empresa juguetera Mattel.
Paul y Karla se conocieron el 23 de octubre de 1987. La atracción fue mutua y a partir de entonces juraron estar juntos hasta que la muerte los separara. Solo que no fue la muerte la que los desunió, fue la prisión.
Paul Bernardo, de 23 años, ya tenía un historial preocupante de agresiones sexuales cuando decidió casarse con Karla Homolka, de 17 años, a quien consideraba su alma gemela.
De acuerdo con el testimonio de Homolka, su esposo sufrió una gran decepción cuando descubrió que ella no era virgen. El frenesí sexual con el que la pareja comenzó su vida matrimonial fue a la baja y Paul Bernardo comenzó a dar muestras de aburrimiento.
Para compensar que no dio la virginidad a su esposo, Homolka le ofreció a su hermana Tammy, de 14 años, a quien invitaron a cenar a su casa. El matrimonio mezcló valium en el platillo de la adolescente, pero tardó más en dormir que en despertar.
El segundo intento no falló. El 23 de diciembre de 1990 Tammy fue drogada con un anestésico veterinario que Homolka sustrajo de su trabajo, al que añadieron pastillas para dormir.
Cuando el matrimonio terminó de divertirse con el cuerpo inerte de Tammy, su hermana intentó despertar a la menor de edad, pero había muerto asfixiada por su vómito.
Homolka y Paul Bernardo recogieron toda evidencia, vistieron a Tammy, bajaron el cuerpo al sótano y llamaron al 911. Los paramédicos confirmaron la muerte de la menor e increíblemente aceptaron la versión de la familia, la cual creía que la menor había muerto a causa de un accidente en la escalera.
La siguiente vez les resultó más fácil matar. El 15 de junio de 1991 Paul Bernardo raptó a Leslie Mahaffy, de 14 años. El matrimonio decidió inmortalizar su diversión y grabó en video los momentos en que la adolescente era torturada y violada. Fueron varios días de sufrimiento para Leslie, cuyos gritos se mezclaban con la música de Bob Marley que la pareja eligió de fondo.
No se sabe quién asesinó a Leslie, si fue Paul Bernardo o Homolka, o ambos. Lo cierto es que ocultaron el cadáver en el sótano y antes de desmembrarlo, mezclar en cemento las partes corporales y arrojarlas en un lago, el matrimonio se fue a una cena familiar.
La última víctima de la pareja fue Kristen French, de 15 años. La menor fue violada, torturada, sodomizada y finalmente asesinada.
Pocos días después de ser detenidos, Homolka llegó a un acuerdo con la policía en el que culpó a Paul Bernardo de los asesinatos. La mujer recibió una condena de 12 años de encierro, mientras que Bernardo fue sentenciado a prisión de por vida. Las autoridades canadienses no tienen previsto en el corto plazo liberar al asesino.
En 2005, Homolka dejó la prisión y por un tiempo pocos supieron de ella, por ejemplo, un periodista que en 2012 la encontró en Las Antillas.
Casada, con tres hijos y ahora con el nombre de Leanne Teale, la mujer se estableció en Quebec, donde hace unas semanas su nombre verdadero y sus actividades salieron a relucir después de que los padres de familia de una escuela primaria descubrieron que Homolka presta sus servicios como voluntaria en la Academia Adventista Greaves, una escuela cristiana de Montreal.
La indignación aumenta cada día. Una madre de familia concedió una entrevista a la televisión, en la que le preguntaron: “¿Qué sientes que tu hijo interactúe con una asesina serial?”.
Además, han pegado carteles que advierten a los niños: “¡No te le acerques!”. m