Sin acta de defunción propiamente dicha
Historiadores, cronistas e investigadores hacen referencia al acta de defunción de Maximiliano de Habsburgo que resguarda el Archivo Histórico de Querétaro, su director, Reynaldo Aguilera Montoya mostró a MILENIO el documento que da fe por escrito del fallecimiento del emperador, reguardado en uno de los libros más valiosos de su acervo, precisamente incrustado en medio del oficio de la Comandancia Militar del estado libre y soberano de Querétaro, que da aviso al pueblo que el 19 de junio a las siete de la mañana, fueron ejecutados en el Cerro de las Campañas los reos Maximiliano de Habsburgo, Tomás Mejía y Miguel Miramón.
No obstante, Aguilera Montoya reconoce que este documento no es un acta de defunción como tal, ya que no está en el libro correspondiente, carece de un número de folio y de la firma del juez del Registro Civil. “En aquella época no se levanta realmente el acta, sino que se toman los datos de su fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo de una esquela aparecida en la Ciudad de México en El Sol.
“Si lo vemos con rigor histórico no es el documento original, hay que considerar que Miramón, Mejía y Maximiliano murieron como traidores a la patria, entonces era difícil que alguien quisiera ir a levantar el acta de defunción. No se tuvo la precaución como de que se hiciera, después se verá la importancia de este hecho”, concluyó el director del Archivo Histórico de Querétaro.