Contra el trabajo infantil
Los primeros años son muy importantes en la vida del ser humano. Brindar un ambiente nutricio de una familia y sentirse amado tiene un gran impacto en el desarrollo emocional. La infancia es la edad para estudiar, jugar y echar raíces. Con la pena, muchos niños no están en la escuela, en México 3.6 millones de niños trabajan, viven en situación de calle con la exposición a riesgos como: adicciones, delincuencia, embarazo y hasta los atrapan en mafias que los explotan. Mal alimentados, sin el soporte de una familia que les proporciones apoyo emocional y económico, crecen apenas resolviendo las necesidades básicas. La esperanza de vida de estos niños es de 25 años, situaciones como la alimentación inadecuada, ambientes insalubres en los que duermen y la exposición a las adicciones. Seis de cada diez niños en situación de pobreza buscan la manera de subsistir trabajando liderados por adultos que los explotan, se dedican al trabajo doméstico, como limpiaparabrisas, vendedores en los semáforos, como payasitos o pidiendo limosna, y hasta al sexoservicio. En el área rural a las labores del campo, otros acompañan a sus padres en la cosecha en diferentes plantaciones, laborando de sol a sol como los adultos, en ocasiones solo reciben los alimentos. Según el Inegi, el 20 por ciento de los niños no asiste a la escuela y otros por lo menos estudian y trabajan. La ONU dice que el trabajo infantil viola sus derechos, los priva de la educación y de disfrutar la infancia; no es fácil asumir la doble carga; trabajo y escuela. Qué paradoja, tenemos un gran porcentaje de **ninis, jóvenes que ni estudian ni trabajan, muchos que ya terminaron su carrera y siguen dependiendo de sus padres sin querer trabajar, otros más responsables buscan sin encontrar fuentes de empleo. Es necesario adoptar medidas urgentes para combatir el trabajo infantil. La Meta 7 del Objetivo de Desarrollo Sostenible tiene por objeto asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas. Gobierno y sociedad tenemos que apoyar para erradicar esta práctica, incluso en las zonas afectadas por los conflictos. Rosa Chávez Cárdenas