Segunda vuelta
Ahora toca el debate sobre este tema. Tengo la impresión de que el cambio será aprobado no para esta ocasión, sino para el futuro. El PRI ha cambiado de postura, precisamente por el avance de la pluralidad
Apartir de la reforma política de los 70, México ha experimentado un largo proceso de transformación de sus instituciones representativas y electorales. El régimen presidencial no ha cambiado, aunque sí lo ha hecho la manera de integrar a los órganos representativos como son las Cámaras, los Congresos locales y los ayuntamientos. También la Ciudad de México se ha transformado. De autoridades designadas por el Ejecutivo federal, herencia de la colonización española, pasamos a la democratización plena. Las instituciones han cambiado porque el país se ha transformado. Ha sido un sinnúmero de reformas, algunas, en realidad muy pocas, anticipando lo que viene, otras exhibiendo las dificultades que tenemos para adaptarnos a la exigencia que impone la realidad.
En términos generales, aunque controvertidos, los cambios en la Constitución han sido eficaces. Controvertidos, pues existe la idea de que los sistemas políticos deben tener una relativa estabilidad en cuanto a sus reglas; también es polémico el caso de incluir en la Constitución normas que debieran estar en la ley ordinaria, resultado de la pretensión de los partidos de fijar sus logros, ya que la reforma a la Constitución requiere de mayoría calificada. federalizaciónelecciones,el facultadesDe que la facturael organizaciónórgano independientes,y bajolos recientede central institutosun la esquema organizaciónde hanse los reserva electoralessido y comicios. ambiguo tambiénlas ciertasde candidaturaslaslocales La en la fiscalizaciónqueun laberintodebe en ser tornode el se eje opacidada hacelas fundamental campañasa nively dificultadescentraldese vuelvela y confianza esode cumplimiento,que a una obliga complejidada todos empezandolos contable candidatos por sin y el paralelopartidosdetalle en marcadocupo,el mundo.el financiamientopor A las pesar disposicionesde subrepticioeso, o quizáde o nuevoilegal mas continúagraves del siendo sistema uno electoral.de los problemas más
pareceEn esta estar situación construida general para que abonara ratosa la desconfianza,que el próximo un presidentecambio de podrá relevancia construir es un gobierno de coalición. La norma es sumamente general, pero es el inicio de la parlamentarización del régimen presidencial, puesto que la figura como tal alude a la construcción de mayoría legislativa. Por lo pronto, para la funcionalidad de la coalición serán los acuerdos los que llenen un vacío que en estricto sentido corresponde definir a la Constitución y a las leyes.
Dos fuerzas han definido el cambio institucional; la primera ha sido la inercia hacia la pluralidad en el sistema de Este método en la elección presidencial es una respuesta parcial y quizá contraproducente partidos.un donde condicionespuede tercerade ganadoresmás Otra México régimenen de resolversesonlos parte inerciatres En y comicios representabanmuchos partidos.de Coahuila,talesde efecto, partidoes los con que que sufragios,los recientesse cifrasel a dominantela queha voto pesar reforma coalicionestransitadocercanas compiten mayoritariocomoen de que Estadoa tiene ocurrió otroa losde en de la lugarque contenidopropios acertado— aprobarla.bajo intereses. resultanel interésde Esto Aunquelos del de es, partidoscálculo quienessuslos ciudadanosalcances—no sobre tienen siempresus y se fortalecido,tenido han un beneficiadoefectolos virtuoso; cambiosy la democraciala no desconfianzasiempre se han hay la y el el partidocraciarégimengasto electoralde fiscalización.han es afectado irracionallas libertadese ineficaz vuelta. Ahora Tengo toca la el impresióndebate sobrede que la el segunda cambio será para aprobadoel futuro. no El para PRI estaha cambiadoocasión, sino de postura, pluralidad. precisamenteQuienes rechazanpor el avanceel cambiode la la son idealos quede que apoyanes difícila López que Obrador,él ganara bajo la segunda vuelta, aunque todos dan por hecho que sí sería uno de los finalistas. También hay quien está promoviendo la segunda vuelta para impedir el triunfo del tabasqueño en la elección presidencial. La realidad es que deben diferenciarse tres planos de la discusión. El electoral, esto es, cómo traducir el voto en cargos; el de gobernabilidad y que se refiere a que el gobierno actúe con eficacia, y el parlamentario, cómo constituir mayorías estables. Las coaliciones que se conciben en la ley son de carácter electoral, a pesar de que la Constitución ya prevé el caso de un gobierno de coalición. Lo que alude la Constitución es al acuerdo después de la elección para lograr la gobernabilidad con referencia a la mayoría legislativa. La segunda vuelta en la elección presidencial es una respuesta parcial y quizás contraproducente al objetivo de gobernabilidad.
Esto ocurre porque la segunda vuelta propicia la suma de los partidos perdedores sobre uno de los que llega a la final. Esto tiene un sentido de coalición, pero sigue siendo electoral, no política porque el acuerdo es para ganar la elección no para gobernar. Así, por ejemplo, los partidos que alcanzan mayoría legislativa pueden acordar postular a un candidato para la segunda vuelta, pero no necesariamente significa que vayan a ganar, de manera tal que el candidato ganador tendría que gobernar con una mayoría legislativa en contra.
Otra de las particularidades de la segunda vuelta es que puede ganar un candidato con una presencia muy baja en el Congreso, situación que explica diversas crisis constitucionales en regímenes presidenciales en los que un candidato con exigua fuerza legislativa gana en la segunda vuelta. No es un tema menor, precisamente porque la legitimidad que resuelve la segunda vuelta no aporta a la gobernabilidad del sistema presidencial, condicionado por la división de poderes y una mayoría legislativa que puede ser adversa.
El régimen presidencial muestra niveles de agotamiento por la realidad partidaria del país. La coalición para gobernar es un principio de solución, pero requiere un andamiaje institucional que no existe. Por otra parte, el régimen parlamentario ofrece muchas respuestas para un entorno de pluralidad partidaria y la construcción de gobierno. El problema no está en este sistema de gobierno, sino en que éste supone un sistema de partidos sólido y prácticas políticas que hagan del parlamento el espacio de responsabilidad para la construcción de autoridad. Por lo pronto 2018 será el inicio de un nuevo modelo de gobierno que necesariamente tendrá que ser perfilado sobre la marcha.