Depurar la depuración policial
Aunque hasta el momento los responsables del Centro de Evaluación y Control de Confianza a cargo del gobierno estatal no han emitido opinión alguna de la propuesta de la Agencia Metropolitana de Seguridad, de crear su propio centro para aplicar estos exámenes a los policías municipales de Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco, Tlaquepaque, Tonalá, El Salto, Zapotlanejo, Ixtlahuacán y Juanacatlán, el debate que seguramente vendrá de su viabilidad o no, debe servir para revisar cómo se viene haciendo la depuración policial bajo este esquema, porque, a juzgar por los niveles de violencia local y nacionalmente, sigue sin contribuir para bajar los niveles de inseguridad pública.
Porque con los exámenes de control y confianza pasó lo mismo que pasa ahora con el Nuevo Sistema de Justicia Penal: pese a que ambas políticas para tratar de mejorar la prevención y el combate a la delincuencia y la impunidad se anunciaron desde el 2008 para preparar su implementación, nunca se hizo una verdadera planificación y seguimiento de su cumplimiento, por lo que sus resultados hoy están lejos de lo que se pretendía.
Esta revisión de lo ocurrido y dónde estamos en Jalisco en este tema se hace más necesaria si tomamos en cuenta que desde el arranque nuestra entidad se quedó rezagada.
Hace más de 5 años, en marzo de 2012, que venció el primer plazo establecido por el gobierno federal para que en todo el país se tuviera al total de policías, Jalisco no alcanzó el 50 por ciento de las acreditaciones, lo que lo colocó entre las doce entidades en las que se incumplió esa primera meta.
Hasta hoy ese retraso no se ha podido superar del todo y no hay indicadores claros de los beneficios que trajo la inversión millonaria que se ha ejercido para certificar a funcionarios involucrados en temas de seguridad y a los policías estatales y municipales con la aplicación de cinco exámenes: el polígrafo, test, psicológicos, socioeconómicos, de entorno y de salud.
¿Ha servido de algo sacar de circulación a miles de policías que reprobaron estas pruebas (los que aceptaron los resultados, porque casi un 10 por ciento acude a tribunales a combatir el fallo)? ¿Han ayudado a robustecer a las corporaciones policiales de los tres niveles de gobierno y a dignificar la vocación policial? ¿Hay más, mejores y más honestos uniformados para inhibir y detener a los delincuentes?
La respuesta es no, si partimos de las conclusiones del diagnóstico de las nueve policías municipales que realizó la AMS, en donde ven que el Centro de Evaluación y Control de Confianza lejos de consolidar a estos cuerpos policiales ha sido factor negativo para tener un déficit de 6 mil policías en el Área Metropolitana de Guadalajara, al contar con apenas el 56 por ciento de los que se necesitan según estándares internacionales, como el de ONU Hábitat.
Es, pues, urgente depurar la depuración policial.