ITESO: 60 AÑOS DE IMPREGNAR EL ESPÍRITU IGNACIANO
La segunda universidad jesuita de México fue fundada por un acta constitutiva, el 31 de julio de 1957. Actualmente suma 32 mil egresados
Inmerso en la misión que lo gestó y cuyo espíritu busca impregnar en cada uno de los estudiantes que pasan por su aulas, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) llega a la antesala de los 60 años de su fundación. Un aniversario cabalístico que conmemora la suma de voluntades sellada con la firma del acta constitutiva, el 31 de julio de 1957 y recibió a sus primeros estudiantes en septiembre de 1958. La tercera edad para los hombres no lo es para el ITESO: la segunda universidad jesuita fundada en México –país que tiene ocho– florece plena y es joven sin duda en la historia de la Compañía de Jesús, en la cual se inspira su vocación formativa.
El 60 aniversario aparece “como un pretexto que tomamos aquí en el ITESO para hacer una reflexión sobre lo que ha sido nuestra historia, cómo se ha ido desarrollando y creciendo cuantitativa y cualitativamente… pero lo más importante, que yo he señalado en el mismo lema de ‘60 años sueños de esperanza’ es ver hacia el futuro. El pasado lo celebramos, lo tomamos como aprendizaje, lo que hemos vivido como logros, como errores”, resaltó el rector de la universidad jesuita en Guadalajara, José Morales Orozco, SJ, en entrevista con MILENIO JALISCO.
¿Qué suponen 60 años? ¿Llegaron a dónde querían?
“Cuando se funda el ITESO nadie imaginaba que íbamos a llegar a lo que somos ahorita… ¿Cómo prevemos el ITESO de aquí a otros 60 años? No lo puedo decir. Sí decir generalidades: que habrá más o menos el mismo número de alumnos, el campus no será mucho más grande de lo que es actualmente, pero desde el punto de vista de lo que es el tipo de carreras, la pedagogía, las nuevas tecnologías estamos abiertos ante un futuro hasta cierto punto incierto que implica, por un lado pues continuar lo que tenemos y hacer lo que yo llamaría ‘innovaciones de sustentabilidad’… y al mismo tiempo haciendo cosas nuevas que vayan anticipando el futuro de lo que se una universidad en México en el contexto mundial, sobre todo una universidad jesuita”.
Es evidente el crecimiento de infraestructura, como se han ido modernizando…
“El ITESO empezó en una casa en el centro de la ciudad (Independencia 366 frente a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres), luego se mudó a la Casa de los Abanicos en la calle Libertad y en 1964 se pasaron a estos terrenos (en Tlaquepaque) con tres edificios pequeños, loa más antiguos, que hoy son obsoletos, y el campus ha ido creciendo en la medida que ha ido habiendo más alumnos, más carreras… siendo orientado en lo que queríamos de una universidad de la Compañía de Jesús”.
¿Por qué no adoptó el nombre de ‘la Ibero’, como otras?
“En un principio se pensó en un instituto tecnológico, después en una universidad y se quedó el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, que todos lo conocen como ITESO”.
¿Y cómo ven el reto con esta sociedad posmodernista?
“Pues más que posmodernista ya le han inventado nuevos nombres. Es un reto para cualquier universidad y más confiada a la Compañía de Jesús: mantener un diálogo con la sociedad, descubrir ahí el signo de los tiempos. Las nuevas tecnologías, la globalización, la equidad de género… todo el problema de tipo moral-religioso como puede ser la orientación sexual, el matrimonio igualitario, son problemas culturales que tenemos que enfrentar y lo estamos enfrentado y reflexionando como universidad. Tenemos que dialogar con la cultura y es parte de la Compañía de Jesús: servicio a la fe, promoción de la cultura, diálogo con otras religiones y cuidado de la naturaleza… Promover la fe y promover la justicia son inseparables a nuestra misión”.
¿Ese espíritu se lo llevan sus egresados?
“Son como 32 mil egresados… Puedo decir, no tengo porcentajes (que) los ex alumnos del ITESO, por las opiniones que tú oyes, de los empleadores, te dice: se nota que viene del ITESO. Tiene el ADN del ITESO: desde capacidad analítica, capacidad de colaboración, sobre todo sentido de responsabilidad social, discernimiento, capacidad de diálogo, respeto y disposición a seguir aprendiendo”.
¿La responsabilidad social es una característica desde que están en formación, vincularse con la comunidad, no quedarse en su burbuja?
“Hay grupos de voluntariados al servicio de diversas causas o lugares… Cerro del 4, niños de la calle, VIH, comunidad lésbico gay… enfocados en defender los derechos humanos, elevar el nivel socioeconómico”
Se ha enfocado en derechos humanos…
“La promoción de los derechos humanos y la justicia es parte de la misión de la Compañía de Jesús, tanto dar a conocerlos como la defensa de las víctimas. Normalmente en las universidades jesuitas hay programas de derechos humanos… aquí en el ITESO tenemos una maestría en derechos humanos y paz, y un programa que atiende problemáticas como equidad de género, migrantes, refugiados, la educación de calidad, el derecho al agua, que es un derecho humano y lo defendemos”.
Esta variopinta defensa se ha dado a través de 60 años de la mano de académicos, investigadores y estudiantes, de los Observatorios de los que forma parte, de las aulas a los diferentes espacios sociales.
“Ahí, en resolver los problemas de la comunidad, está el mayor reto para el ITESO”, enfatizó el rector Morales Orozco.
La promoción de los derechos humanos y la justicia es parte de la misión de la Compañía de Jesús”