Renegociando el TLC
E n días pasados la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos dio a conocer un documento, que contiene el sumario de objetivos de ese país en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Tratado Comercial que es vital para los intereses de los tres países que lo suscriben, México, Estados Unidos y Canadá, y cuya negociación inicia con una primera ronda el próximo 16 de agosto. Solo para darnos una idea de lo que está en juego, dicho Tratado ampara un intercambio comercial de más de 1.1 billones de dólares anuales.
Dicho documento que trata en 18 páginas más de 22 temas con 170 recomendaciones, cuenta con los siguientes capítulos a los que, de acuerdo al documento se les está dedicando principal atención: El Comercio de bienes; Medidas Sanitarias y Fitosanitarias; Aduanas, Facilitación del Comercio y Reglas de Origen; Barreras Técnicas al Comercio; Buenas Practicas Regulatorias; Comercio de Servicios, Telecomunicaciones y Servicios Financieros; Comercio Digital de bienes y servicios y flujos de datos transfronterizos; Inversión; Propiedad Intelectual; Transparencia; Empresas estatales; Trabajo; Ambiente; Anticorrupción; Remedios Comerciales; Pymes; Energía; Solución de diferencias, Tipo de cambio, entre otros.
No será una negociación sencilla para nuestro país, máxime que al Gobierno de Peña Nieto le urge sacar dicho acuerdo antes de las elecciones del 2018 situación que aprovecharan los vecinos del norte para tratar de obtener más ventajas. El panorama de verdad no es nada halagador, Canadá no tiene mucho que perder, ya que además tiene otros Tratados Comerciales con Estados Unidos, entonces los grandes perdedores serían Estados Unidos y México. Para nuestro país la afectación será mayor pero también podrá ser una oportunidad de forzarnos a abrir nuevos mercados e importar también de otros proveedores en distintos países. Recordemos que como miembros de la OCDE gozamos de beneficios comerciales.
Recordemos que desde el 18 de mayo de 2017 el representante comercial Robert Ligthizer notificó al Congreso la intención de la administración Trump de iniciar las negociaciones del TLC y desde su campaña Trump ha venido insistiendo en negociar un acuerdo que reduzca el déficit comercial de Estados Unidos ya que dicen que cuando se implementó el TLC en 1994 la balanza comercial con México pasó de un superávit de 1,3 mil millones de dólares a un déficit actual de 64,000 millones de dólares al cierre de 2016.
Aunque para México ha sido sumamente beneficioso en general dicho tratado hay algunos sectores como el de algunos productos agrícolas que no pueden competir a nivel internacional. Dicen que “demasiados estadounidenses se han visto afectados por las fabricas cerradas, los trabajos exportados y las promesas políticas rotas” situaciones similares que también se ha presentado en México, pero ese lado de la moneda no les interesa.
En general, pareciera un buen documento si no viéramos la política y conducta errática de Trump, pero lo más preocupante, y que no se debe de dejar que ocurra es la supuesta eliminación del capítulo 19 del actual tratado relativo a la forma de resolución de controversias. Cuando existe un conflicto en razón de la aplicación de un Tratado bilateral o como en el caso, trilateral, por motivos obvios no se confía en los tribunales de ninguno de los países, y aunque el documento en comento en una parte habla de eliminar ese capítulo, el cual por cierto ha funcionado adecuadamente, por otro lado establece los principios para solucionar las controversias que surjan en paneles arbitrales de acuerdo a lo siguiente: - Fomentar la pronta identificación y solución de controversias mediante consultas y otros Mecanismos. - Establecer un mecanismo de solución de controversias efectivo, oportuno y en el que las determinaciones se basen en las disposiciones del acuerdo. - Establecer un proceso de solución de controversias que sea transparente y que incluya dentro del procedimiento arbitral del que las presentaciones de las partes se pongan a disposición del público; que las audiencias estén abiertas al público; que los laudos arbitrales del panel sean puestas a disposición del público; que las entidades no gubernamentales tengan derecho a solicitar que se hagan presentaciones a un panel y establecer disposiciones que fomenten el cumplimiento de las obligaciones del acuerdo. Lo anterior pareciera que solo se pretender adicionar estos puntos en la operación del Panel de Árbitros. Esperemos una buena negociación y si no se da, no pasa nada en el largo plazo.
Felicitaciones al amigo Alfonso Hernández Barrón, distinguido miembro de “Jalisco en Pleno” por su nuevo encargo.