Mexicano crea un sistema portátil para diagnósticos
EL PROYECTO DE LA UNAM IDENTIFICA HASTA 600 GENES El dispositivo integra tecnologías de óptica, electrónica y biología molecular que permiten detectar en segundos padecimientos como hepatitis C o cáncer
Luis Vaca Domínguez, con ayuda de su equipo en el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, desarrolló un sistema de diagnóstico capaz de identificar hasta 600 genes y patologías relacionadas con ellos, como hepatitis C o cáncer, a partir de celulares inteligentes. “El equipo integra varias tecnologías de óptica, electrónica, software y de biología molecular y medicina”, dijo el experto que obtuvo un estímulo económico de la Fundación Miguel Alemán. Con esta creación se puede hacer en unos cuantos segundos la detección de la hepatitis C, cuando en la actualidad, ejemplificó el doctor en Ciencias Biomédicas, las personas deben acudir a un laboratorio donde se les toma una muestra de sangre y después una serie de máquinas de gran tamaño realizan el análisis para dar el resultado en una semana.
El invento da un paso adelante en la medicina personalizada, al facilitar la detección temprana de enfermedades como el cáncer, detalló el especialista en un comunicado.
El potencial de uso de este sistema es muy amplio y puede hacer factible que la medicina llegue a un nuevo nivel, pues si se conecta a una red nacional de monitoreo molecular permitiría a las autoridades sanitarias conocer en tiempo real el avance de una epidemia y tomar medidas para contenerla, o bien, alcanzar las regiones más aisladas del país.
Vaca Domínguez dijo que empresas extranjeras han manifestado interés por el invento, pero antes de transferirlo espera optimizarlo, por lo que trabaja en el diseño de un biomaterial para crear láminas con propiedades ópticas, además de otras mejoras para lograr la miniaturización del lector que, espera, sea del tamaño de una carcasa para celular. “Una vez terminado (el nuevo prototipo), los beneficios para nuestra universidad serán mayores que ahora, por lo que tratamos de conseguir más apoyo con el fin de mejorarlo”, enfatizó el especialista.
Hasta el momento, el proyecto ha avanzado gracias al apoyo de la UNAM, el Instituto de Ciencia y Tecnología del DF (hoy Secretaría de Ciencia de Ciudad de México) y de una empresa estadunidense que los asistió en un inicio. El prototipo creado en la UNAM consta de tres partes: un microarreglo —del tamaño de una pila de 9V— que contiene genes inteligentes diseñados con una tecnología patentada por la universidad. El dispositivo recibe un fluido del paciente, ya sea saliva, sangre u orina, y al reconocer el gen de un parásito o virus emite una luz que solo puede ser vista con un lector especial.
El lector, que es el segundo elemento patentado, es un generador de ondas electromagnéticas con un sistema de luz de ondas evanescentes con propiedades muy particulares, ya que excita las moléculas de ADN. Cuenta con una batería que le permite una autonomía hasta de dos días para trabajar constantemente y posteriormente debe ser recargada.
La tercera parte del desarrollo es un software, diseñado por el equipo de Vaca Domínguez, que es instalado en forma de una aplicación al celular y muestra la presencia de los genes encontrados o sus mutaciones en forma de líneas y puntos, lo que facilita la lectura del diagnóstico y puede enviar la información a un médico tratante o a un especialista para que le dé seguimiento al paciente diagnosticado.
El desarrollo de este sistema inició con un estudio básico sobre la reflexión de la luz en diversos materiales y, a lo largo de los años, derivó en el equipo que ya tiene dos registros de patente otorgadas por el IMPI, además de que se preparan dos más. “Es un trabajo muy complejo en donde se tiene que comparar la tecnología con otras existentes en el mundo y demostrarle al IMPI por qué es lo suficientemente novedosa para que se otorgue la patente”, concluyó el universitario.