Acusados
E l miércoles al mediodía, el foco informativo viró hacia las acusaciones que el departamento del tesoro norteamericano hizo contra un grupo de mexicanos y su colusión con el crimen organizado. Dicho de otra forma, Estados Unidos acusó a connacionales de lavadores de dinero.
Eso sí, enlistaron empresas y negocios, señalaron a un individuo como líder de la organización y perfilaron a un jugador de futbol y un ídolo de la música popular dentro del grupo de fascinerosos. Pero no presentaron pruebas. En lugar de ello, los acusados -en inicio, el jugador y el cantantehan tenido que salir a defenderse en redes sociales y ante las autoridades mexicanas sobre los apuntes. Ambos indican que no tienen necesidad y piden que se les investigue para que, al igual que muchos mexicanos más, sean eliminados de esas listas.
Creo, ante todo, que el principio básico de justicia debiera imperar aquí: no debe nunca de sentenciarse a nadie públicamente hasta que la ley comprueba su culpabilidad. Hasta Javier Duarte y esposa tienen dichos privilegios donde el ex gobernador es conocido como Javier “N” por la justicia y sus pizpiretos ojos son tapados por una banda negra en sus capturas televisivas para no influir en el proceso.
Todo eso falló el miércoles pasado y la falla no es gratuita. Un gobierno que señala de forma tan severa a civiles sin dar oportunidad de defensa antes de emprender acciones tiene otros intereses.
No es la primera ocasión que la OFAC inicia un procedimiento contra mexicanos. Muchos de ellos terminan en un “usted disculpe” que no llega a los medios de la manera tan brutal como arribó la acusación.
A eso, hay que agregarle los prejuicios que diferencian a uno y otro. El estigma del grupera contra la hoja intachable del ídolo, todo, embarrado en redes sociales y hasta por analistas que hacen un artículo enorme sobre su decepción hacia el deportista. ¿Qué no deberíamos esperar a que el proceso acabará y, ya con los datos exactos, acusáramos, nos escandalizáramos y nos decepcionáramos de las figuras caídas?
Bueno, pido mucho: el presidente borró la foto con el cantante tan pronto salió la acusación. Si por ahí empezamos...
PORTAPAPELES- El PRI en la discusión de cómo no perder el poder. En realidad, el PRI en pleito interno de unos con otros sobre quién será su candidato.
Aún ahí, la lógica parece que será derrotada.