PSA pone a prueba ramo automotor tras el brexit
Planta inglesa de Ellesmere Port, vulnerable
El grupo francés analiza sacar de Reino Unido la producción de la marca Vauxhall, luego de 35 años
En la fachada de la planta de automóviles Ellesmere Port están las palabras “El hogar del Astra”. El sitio de Liverpool fabrica el popular automóvil hatchback Vauxhall desde 1981. Pero en los próximos meses, el hogar del Astra podría perder a su único residente. PSA, el propietario de Peugeot, que ahora también es dueño de la marca Vauxhall y su compañero europeo Opel, a finales de este año decidirá si mantiene la producción del coche en Reino Unido después de 2021 o la traslada a Europa.
Este es el último caso de prueba sobre cómo le va a ir a la industria automotriz británica tras el voto del país para abandonar la Unión Europea. Cada vez que las empresas automotrices toman una decisión sobre el lugar donde van a producir sus últimos vehículos, las plantas de todo el mundo compiten para obtener el trabajo. Ahora, a los sitios de Reino Unido les va bien, con una producción de alta calidad, plantas eficientes y un entorno amistoso para los negocios que atrae inversionistas, entre ellos Honda, Nissan, Toyota y BMW.
La industria se prepara para llegar a cerca de 2 millones de vehículos este año. Pero gran parte del atractivo de Gran Bretaña se deriva del acceso que tiene al mercado europeo, tanto para las exportaciones como para los componentes. Esto es especialmente cierto para la marca Opel, que solo se vende en el continente. Como tal, la planta de Ellesmere Port tiene una dependencia inusual del acceso europeo. Cerca de 80 por ciento de los coches que se producen en el sitio se envía al continente, mientras que tres cuartas partes de todas las piezas que integran los vehículos provienen de Europa. A la decisión se le suma una dimensión, será la primera asignación de modelo que adopte Opel desde su adquisición por 2 mil 200 millones de euros por parte de PSA en el verano.
Parte de la lógica para el acuerdo era trasladar la producción del Opel a las mismas líneas de Peugeot y Citroën, algo que potencialmente permite significativos ahorros de costos de producción y con esto terminar con años de pérdidas en las que incurrió Opel cuando era propiedad de General Motors.
“La planta de Ellesmere Port, que ya está en riesgo como consecuencia del brexit cuando se sustituya al Astra actual en 2021, ahora parece aún más vulnerable”, dice Justin Cox, director global de producción de LMC Automotive. “El próximo Astra podría producirse en otra parte”.
El Astra también se produce en Gliwice, Polonia, mientras que el Peugeot 308 se fabrica en las plantas francesas de Mulhouse y Sochaux. Si bien se utiliza toda la capacidad de Mulhouse, Sochaux tiene capacidad para agregar más trabajo, de acuerdo con los cálculos de LMC Automotive. En el periodo previo a la adquisición, los gobiernos de Francia, Alemania y Gran Bretaña buscaron garantías para sus respectivas fuerzas laborales.
Carlos Tavares, director ejecutivo de PSA, y quien logró que la compañía francesa se recuperara después de estar a punto de colapsar en 2014, prometió que al principio no se perderían trabajos, una garantía que termina después de que llegue el final de la generación actual de vehículos. El nuevo Astra se producirá a partir de 2021.