Error y reproche inédito a AMLO

Se muestra fuerte porque ve a los demás débiles. Florestán

Durante meses apunté aquí que la candidata de Andrés Manuel López Obrador al gobierno de Ciudad de México en 2018 sería Claudia Sheinbaum que, independientemente de sus prendas personales y profesionales, había sido su fiel y leal escudera desde mediados del año 2000, es decir, una relación inalterable que comenzó con el siglo.

Y siempre me dijeron que no, que sería Ricardo Monreal, que la delegada en Tlalpan estaba fuera de la contienda.

Lo que no pude prever, escapó de mi análisis, fueron las formas o su ausencia.

Cuando me hablaron de una encuesta, comenté que dada la trascendencia del cargo y su peso en la elección presidencial, una consulta sería más eficaz y productiva, pero no, me insistieron en que Morena tenía su comité especializado en encuestas y que ese sería el método.

Así que el sábado 15 y domingo 16 se realizó, según supe, la encuesta. Lo que nunca conocí fue quién la hizo, cómo, qué preguntaron, a quiénes y lo que contestaron.

Pero por si eso no fuera suficiente, tampoco supimos cómo llegaron al resultado que Martí Batres, juez y parte, presidente de Morena en esta capital y candidato, anunció cuatro días después en un tuit: La información que nos han dado, el más conocido @martibatres y la mayor preferencia @claudiashein. CS primer lugar; MB segundo; RMA tercero. Esto provocó el rechazo de Ricardo Monreal, quien ya había declarado que era muy difícil enfrentarse a la nomenklatura y que hace 20 años había renunciado al PRI por la imposición de un

candidato, en Zacatecas. Manifestó su desacuerdo, tomó distancia, no levantó la mano a su compañera de partido y ayer exigió transparencia. No es una osadía ayudar a disminuir la opacidad, la parcialidad, pedir un poco de autocrítica sobre las acciones y decisiones tomadas, corregir errores, enmendar las acciones incorrectas por la comisión política y el comité de encuestas. (…) este es momento de una autocrítica seria y juiciosa y con ello la rectificación nos vendría bien. Y no solamente se trata de la encuesta. El fondo sobre el que estamos reflexionando es sobre la transparencia, la democracia, la equidad electoral y la legitimidad política. Sobre todo, también, la ética personal.

Nunca desde el interior de Morena se había escuchado una crítica de esas dimensiones, ni por mucho, a los métodos de López Obrador, lo que tendrá su costo en su momento.