Milenio Jalisco

Exige zona Olímpica frenar la insegurida­d

COLONOS USAN ALARMAS, SILBATOS Y GRUPOS DE CHAT VS DELITOS Asalto a transeúnte­s, robo a viviendas y hasta de gasolina sufren cerca del CUCEI, en donde asesinaron a Francisco en un intento de atraco

- Arturo Ramírez Gallo/Guadalajar­a

Desde los 15 años, Luis ha sido víctima de asaltos en por lo menos nueves ocasiones. Las formas en las que le han robado han sido distintas y ha logrado evitar otros, cuenta el vecino de la colonia Unidad Modelo y alumno del Centro Universita­rio de Ciencias Exactas e Ingeniería­s (CUCEI).

Recuerda que en el cruce de Río Usumacinta y Marcelino García Barragán “me asaltaron cinco sujetos, no más de 17 años ninguno, cuatro pistolas y una que me consta que es de verdad y el último chavo con navaja (…) me quitaron un celular y 150 pesos. Me golpearon, me arrodillar­on, me quitaron los zapatos, me pusieron una pistola que olía a pólvora en la nunca y estuvieron jugando a ver si me iban a disparar”.

Por desgracia, a partir del sensible asesinato de Francisco Álvarez Quesada empezaron las autoridade­s a interesars­e en atender la insegurida­d de la zona Olímpica. Sin embargo, los robos a transeúnte­s, viviendas y autopartes son de mucho antes.

MILENIO JALISCO hizo un recorrido con los presidente­s de cinco colonias: la Olímpica, González Gallo, General Real, Unidad Modelo y Quinta Velarde, que exigen se atienda la insegurida­d en la zona.

Donde murió Francisco

El asesinato del estudiante Francisco Álvarez se registró en la calle Río Madeira, pero es constante el robo a vecinos y estudiante­s que se dirigen o salen del Núcleo Tecnológic­o de la Universida­d de Guadalajar­a.

“Hay robo a transeúnte­s, a casa habitación. Si te fijas las casas parecen búnker, ya están todas selladas, parece que los delincuent­es somos nosotros, ya estamos encerrados. Es de una a dos (casas robadas) por semana”, expuso Francisco Castro, presidente de colonos en Olímpica.

El parque Walt Disney tenía una caseta de vigilancia con policías de Guadalajar­a, pero dejó de operar a partir de la administra­ción de Ramiro Hernández.

Laberinto de fácil escape

El diseño de sus callejones facilita la escapatori­a de los rateros, asaltantes de transeúnte­s o quienes saquean viviendas, expone Ana Rosa Pérez Cortés, presidenta de la Unidad Modelo.

“Si agarramos a un ratero le tomamos foto y la pegamos en los postes. Hemos pegado y vemos el pase de los estudiante­s o vecinos y dicen: mira es el que te quitó el celular, es el que te asaltó”.

Sufren con moto-ratones

El uso de bicicletas o motociclet­as han servido a los ladrones para ingresar y escapar en los andadores de la colonia González Gallo. Las horas predilecta­s son entre las 6:30 y 7:00 de la mañana así como en el horario de salida.

“No son nada más los jóvenes los afectados sino también los vecinos”, dijo Noé Velázquez, líder de colonos de González Gallo.

Antes contaban con un módulo de vigilancia, pero ya no opera.

Roban gasolina

Hace algunos meses azotó un singular delito a la Quinta Velarde: los tanques de gasolina de los automóvile­s eran vaciados. Esto ya se redujo, pero continúan los asaltos a transeúnte­s, explicóCar­los Torres Leal.

Recordó que desde hace dos años se pidió que las bases de policía cuenten con ministerio público para que los agentes no pierdan tanto tiempo en remitir a los detenidos a la Fiscalía.

Encerrados por L3

Las obras de la Línea 3 del Tren Ligero “encajonaro­n” a la colonia General Real, afirma Karla Orozco Valenzuela. Sobre Revolución, a las afueras del Colegio Salesiano Anáhuac, hay árboles que son utilizados por delincuent­es para esperar al paso de sus víctimas.

Acciones por seguridad

Ante la constante situación de riesgo, vecinos de distintas colonias han implementa­do acciones para vigilar y protegerse

En las colonias González Gallo y Unidad Modelo han instalado alarmas, además, usan silbatos de ayuda para alertar.

También crearon grupos de whatsapp en los que comparten informació­n de cualquier acción sospechosa a las autoridade­s.

Si bien existe comunicaci­ón con comandante­s de la Policía de Guadalajar­a, la respuesta cuando hay un reporte es tardía. Los elementos tardan hasta 20 minutos en llegar.

Piden que en las calles como la Unidad Modelo y González Gallo, en donde hay callejones, circulen ciclopolic­ías o motoagente­s. Además, requieren la instalació­n de videocámar­as, porque por ahí transitan alrededor de 14 mil alumnos y vecinos.

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FOTOS : FERNANDO CARRANZA Y ESPECIAL

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