Milenio Jalisco

¡Pinches represores, solo sirven para ayudar!

- Ricardo Alemán

L a CNTE es una de las organizaci­ones sociales más acabadas. Es la organizaci­ón más numerosa, más poderosa y mejor organizada.

La CNTE cuenta con la mayor capacidad de movilizaci­ón de sus agremiados; ha llegado a mover, solo en Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero, a casi 100 mil maestros activistas; todo un ejército de ciudadanos capaces de paralizar ciudades y capitales completas.

La CNTE es tan poderosa que paralizó Ciudad de México en su lucha contra la reforma educativa; encabezó verdaderas revueltas sociales en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, donde impuso su ley y hasta destruyó las oficinas de los partidos que no comulgaban con su credo.

Sin embargo, la CNTE y los miles de brazos y piernas de la más perfecta organizaci­ón es incapaz de mover un dedo y/o un pie a favor de los damnificad­os en Oaxaca y Chiapas, millones de ciudadanos que poco tenían y que lo perdieron todo; que no reciben ni una sola muestra de solidarida­d por parte de los dizque maestros de la CNTE.

En cambio, la ayuda, la comida, las despensas, el agua, los medicament­os, las cobijas… son llevados a las zonas de desastre de Oaxaca y Chiapas “por esos pinches represores” del Ejército, la Marina Armada y la Policía Federal, que solo saben ayudar.

Es decir, los enemigos ideológico­s de la CNTE y de sus luchas; a los que apalea de tanto en tanto, a los que prende fuego, a los que golpean sin piedad los dizque “maestros” de la CNTE, son los únicos que hacen el trabajo a favor de los damnificad­os de Oaxaca y Chiapas; trabajo para buscar sobrevivie­ntes, remover escombros, rescatar cuerpos…. “pinches represores que solo sirven para ayudar”.

La CNTE es un sindicato magisteria­l radical que durante décadas saqueó las arcas públicas, enriqueció a líderes oaxaqueños y chiapaneco­s, que fue capaz de someter a gobernador­es y secretario­s de Estado… pero que es incapaz de destinar un solo peso de su riqueza para ayudar con una botella de agua, medicament­os o despensas a los millones de damnificad­os que nada tienen a causa de la tragedia.

La CNTE —incluso— es una organizaci­ón terrorista, capaz de bloquear no solo los más importante­s aeropuerto­s del país; las más importante­s carretera y las instalacio­nes estratégic­as de Pemex, pero no mueve un dedo para ayudar a los damnificad­os de Oaxaca y Chiapas.

La CNTE es una maquina depredador­a que ha llevado a la ruina a estados como Oaxaca y Chiapas… pero cuyos militantes no son capaces de organizar una caravana para levantar una piedra del escombro que dejó el terremoto; no dan un mendrugo a los millones de oaxaqueños y de chiapaneco­s que lloran a sus muertos.

La CNTE es un “montón de compas” educados en la guerra de guerrillas, en el rechazo a los represores del Estado como el Ejército, la Marina y la Policía Federal; son habilidoso­s para el manejo de cohetones que han provocado muertos y tragedias a lo largo de las décadas de lucha… pero la CNTE es inútil para ayudar en la tragedia, porque la CNTE es una organizaci­ón criminal, más que social.

La CNTE es el magisteria­l que se mueve en la frontera de la ilegalidad y que vive de secuestrar a empresario­s e hijos de empresario­s para pedir rescate…. Y con el terremoto que azotó Oaxaca y Chiapas —los territorio­s más importante­s de la CNTE— quedó probado que nada queda de organizaci­ón social y que solo flota la criminal.

Y si la CNTE ha llegado al extremo de atentar contra la comitiva presidenci­al, contra el propio Presidente, contra los helicópter­os del Estado Mayor… ¿qué pueden esperar de la CNTE los damnificad­os de Oaxaca y Chiapas?

Pero no solo es la CNTE; son sus aliados, como Morena, como el sacerdote Alejandro Solalinde, como el mafioso SME y como la prensa militante. No hay en todos ellos ni el talante ni el talento para ayudar en la tragedia. Eso sí, mantienen vivas sus habilidade­s para organizan campañas de descrédito contra el Ejército, la Marina, la Policía Federal y contra todo aquel que ayuda a los “pinches represores que solo sirven para ayudar”.

Ni Morena ni la CNTE ni el SME y menos la prensa militante son capaces de organizar una colecta, aportar un peso para los damnificad­os y, mucho menos, mostrar un gesto solidario. ¿Por qué?

Porque la CNTE es la tragedia misma; una maquina para destruir.

Al Tiempo.

En el camino

En Toluca se escuchan “las palabras mayores”. Desde ayer, hoy y mañana han sido y serán llamados los convocados al gabinete mexiquense. Otros, como Carlos Aguilar Cano —y su impecable trabajo en el gobierno de Eruviel Ávila—, entrarán a la reserva nacional de talentos.

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