La guerra de los payasos
¿ V ieron en Twitter hace aproximadamente una semana la reacción de Stephen King cuando se enteró de que había sido bloqueado por Donald Trump? El Rey del Terror (me refiero a King) escribió: “Donald Trump me ha bloqueado de Twitter. Por mi parte, yo lo bloquearé de ver It (Eso) y MR. MERCEDES. No habrá payasos para ti Donald. Ve y flota contigo mismo” (en inglés esa última parte rima con algo mucho más altisonante y divertido).
El chiste de los payasos terroríficos no solo se hace solo cuando comparamos a los personajes en esta historia, pero los seguidores de Trump no quisieron dejarlo solo. ¿Qué hicieron? Trataron de organizar un boicot contra la película al menos durante su primer fin de semana en Estados Unidos. Resultó ser una belleza de boicot, porque con 117 millones de dólares recaudados, la muy perturbadora (pero ficcional) historia no solo rompió récord de estreno en septiembre, sino que básicamente salvó lo que venía siendo un terrible año en taquilla para Estados Unidos. Y eso con todo y huracanes que dejaron cientos de salas de cine fuera de comisión también.
Así que da gusto ver que los seguidores de Trump saben cómo apoyar a un payaso. Aunque sea a través de puros mensajes negativos. ¿No les parece una hermosa historia de terror y política perfectamente redonda?
Fanáticos verificados
Es muy difícil que una obra de teatro genere este tipo de reacciones e incluso ventas de boletos, pero desde que estrenó Hamilton en Nueva York la historia ha cambiado. Claro, en otras épocas ya había pasado que conseguir boletos era casi imposible para obras como Rent, The Producers y en su momento hasta Les Miserables, pero nada como esto.
Debido a la reventa oficial del Ticketmaster de Estados Unidos la gente empezó a pagar hasta 3 mil dólares por boletos que originalmente costaban 300. La producción, dándose cuenta del fenómeno, subió sus precios originales (¿por qué darle esa ganancia asegurada a quienes nada tienen que ver?) pero mantuvieron, como ya es costumbre, su lotería para las primeras filas a muy bajos precios para los fans que diario esperan horas fuera del teatro. No es ni remotamente suficiente.
Pronto llegarán Harry Potter y Bruce Springsteen a Broadway y la compañía de venta de boletos y sus afiliadas han desarrollado el plan de fanático verificado. Así, uno demuestra qué tan fan es de alguna de estas tres propuestas y si lo logra, y tiene suerte, podrá comprar boletos en taquilla cuando vuelvan a salir (en este momento The Boss está a la venta, aunque agotado). El fenómeno es particularmente interesante, considerando lo complicado que es verificarse como verdadero fan de cualquiera de estos eventos y lo improbable que aún es conseguir buenos boletos a un precio que se pueda pagar sin vender el coche, pero el hecho es que ahí está la demanda, ahí están y vienen esos shows, y debido a la la ley de la oferta y la demanda haremos cosas que hasta penita nos dan. Sí, yo ya soy fan verificada de Hamilton. Ahí les cuento si consigo boletos.