Contabilizan 8 mil enfermos renales en ribera de Chapala
Tras fallidas reuniones con autoridades, organismos civiles llaman a acciones de resistencia civil pacífica para exigir “agua limpia”
Lejos de mejorar el problema de contaminación del agua ha empeorado y como consecuencia a la fecha “hay más de 8 mil enfermos renales en los pueblos alrededor del lago de Chapala”, de los cuales más de 500 viven entre San Pedro Itzicán, Mezcala y Agua Caliente del municipio de Poncitlán; y 660 en los municipios El Salto y Juanacatlán, denunciaron organismos civiles que encabezan la defensa ambiental en la zona.
En conferencia de prensa, encabezada este jueves por ocho líderes comunitarios y el presidente del Foro Socioambiental Guadalajara, Enrique Lira, los afectados exigieron “agua limpia” para el abasto de sus comunidades, y que las autoridades cumplan con el monitoreo de los pozos termales de donde se abastece la mayoría de los habitantes. “Estamos cansados de esperar una solución”, sostuvo Lidia Verónica Lomelí Rodríguez, representante de Cuitzeo y La Estancia de Cuitzeo, dos poblados del municipio de Poncitlán, en lo que hoy viven más de once mil personas. Ella expuso la grave situación de pobreza y cacicazgo en la zona y denunció el desinterés de autoridades por resolverla.
Enrique Lira destacó que las autoridades de los sistemas municipal o intermunicipal, y los organismos operadores de agua “no están realizando análisis periódicos para comprobar la potabilización de las aguas destinadas al consumo humano”. Específicamente en los pozos Ojo de Agua en Mezcala, municipio de Poncitlán, y en los tres pozos de Cuitzeo, no hay ningún análisis de la Comisión Estatal del Agua (CEA).
Los pueblos de la ribera de Chapala se sumaron a la demanda de otros en la Cuenca Lerma-Santiago que igual demandan agua limpia. Los representantes de los organismos civiles convocaron a iniciar acciones de resistencia civil pacífica.
Rodrigo Saldaña, denunció daños en Juanacatlán producto del contaminado Río Santiago, y alertó a los tapatíos, pues si bien el problema de contaminación del agua, en especial el asociado a la enfermedad renal está focalizado en los poblados de Poncitlán, el 60 por ciento de la población de la zona metropolitana de Guadalajara bebe agua del lago de Chapala y del mismo afluente envenenado.
El lago ha reportado niveles de mercurio, arsénico y otros siete metales que le entran por el río Lerma, según se refirió. “De las orillas de Guadalajara, donde la gente no tiene para garrafón… de varias colonias de la zona metropolitana están yendo a los hospitales. De enfermedades renales, cáncer. De El Salto está lleno de cáncer y la Secretaría de Salud dice ‘no, ahí no hay enfermos de cáncer. Si ahí no hay para curar cáncer cómo esperan que estén registrados en El Salto, se vienen a curar al Civil y los toman como de Guadalajara”, añadió Enrique Lira.
Los organismos preparan una marcha en el centro de esta capital en días próximos.