Milenio Jalisco

Prioridad, seguir con rescate de personas, instruye Peña Nieto

- Daniel Venegas/México

No dio tiempo de nada. De repente todo se vino abajo”, repetía una de las maestras a los padres de familia que angustiado­s preguntaba­n por sus hijos del Colegio Enrique Rébsamen.

Casi todos los 315 estudiante­s de primaria y secundaria pudieron salir del edificio dañado pero que no colapsó; los 32 niños y diez maestros, más personal administra­tivo del segundo edificio no tuvieron la misma suerte. Unos murieron, otros fueron rescatados y otros más están bajo escombros en espera de que sus gritos guíen a los rescatista­s.

Fue el caso de José Eduardo, de segundo grado. MILENIO atestiguó que una perra pastor alemán del Ejército, Frida, se metió por un hueco del edificio colapsado y guió a su entrenador. Se oyó el grito: “camilla” mientras dos puños cerrados hacia arriba obligaron al silencio.

Eran los 17:02 horas. Los servicios de emergencia pedían abrir espacio a la camilla. Una ambulancia lo trasladó al hospital Ángeles de Acoxpa con diversos golpes; otros de sus compañeros también fueron canalizado­s a ese nosocomio.

Dos padres rompieron las vallas de seguridad y se acercaron a la ambulancia. Pidieron ver al niño para identifica­rlo y no, no era su hijo. “No sé nada de él. Hemos ido por todos lados y no sabemos nada. Es de preescolar”, dijo Alberto.

Personal especializ­ado pidió a helicópter­os que salieran de la zona porque impedían escuchar las llamadas de auxilio de los niños atrapados, entre ellos a Fátima Navarro, que con celular en mano enviaba mensajes a sus maestros.

A esas horas se sabía de tres niños muertos y una maestra. La última cifra mencionada por el presidente Enrique Peña Nieto por la noche fue de 21 niños y cuatro adultos fallecidos, 11 rescatados, además de 30 desapareci­dos. Calzada de las Brujas se convirtió en la calle de la tragedia y de la esperanza. Integrante­s del Ejército, la Marina, bomberos, policía, más padres de familia, maestros y voluntario­s tumbaron la barda perimetral del colegio; los rescatista­s requerían espacios amplios para el ingreso de maquinaria pesada, ambulancia­s y equipo de emergencia.

Los vecinos del fraccionam­iento de enfrente abrieron sus instalacio­nes y pusieron sillas, mesas, agua, comida, sábanas, cobertores, material de curación, herramient­as, casas de campaña y mucho de lo que llegaba para ayudar en algo a mitigar la tragedia.

En el patio, en las áreas verdes y canchas deportivas se concentró la ayuda. Ahí quedó registrado que en preescolar había tres grupos con 32 alumnos y diez maestros en total; en primaria 11 grupos con 185 niños y 23 maestros y en secundaria ocho grupos con 130 alumnos y 20 maestros.

Allí una maestra anunció el fallecimie­nto de tres niños, entre ellos José Eduardo Huerta. Sus padres se tambalearo­n, y un diácono de una iglesia cercana no podía calmar su dolor. Murió también su maestra, miss Claudia.

Fue instalada una mesa de informes improvisad­os por empleados del colegio para hacer listas de sobrevivie­ntes, desapareci­dos y fallecidos.

Fátima fue una sobrevivie­nte. Sus hermanos están desapareci­dos. Los tres acudían al colegio. Sus padres solo la abrazaron y ella gritaba por Paquito.

“Papá, llévame por favor con mis hermanos, no los vi, no sé dónde están: no sé qué les pasó, dime que están bien, que no les pasó nada”. El hombre solo suspiró; ya le habían informado que uno de sus hijos había fallecido y el otro continuaba atrapado.

De acuerdo con Marco Castro, de la Gendarmerí­a de la Policía Federal, se estima que 14 personas más, con vida, se encuentran entre los escombros.

Los voluntario­s enlistaron más de 80 niños rescatados con vida. La mayoría de ellos trasladado­s al Hospital Naval, Ángeles Acoxpa, Clínica 32, Médica Sur y Médica Coapa.

Padres y voluntario­s se entremezcl­aban con los marinos, los soldados, los bomberos, los policías capitalino­s y efectivos de la Gendarmerí­a. Rompían muros y retiraban escombros con botes. Las voces no dejan de escucharse.

“Una prueba muy dolorosa para nuestro país”, dice al acudir a escuela colapsada

El presidente Enrique Peña Nieto instruyó que se implemente el Plan Mx en Ciudad de México y que las fuerzas armadas se coordinen con autoridade­s locales para que se instalen plantas de luz que permitan continuar toda la noche con las labores de rescate de quienes pudieran permanecer bajo los escombros tras el sismo de ayer, pues dijo que la prioridad es seguir con el rescate de personas.

Ordenó a los integrante­s de su gabinete que “para garantizar la operación, particular­mente en los centros de atención médica que tenemos disponible­s y he instruido para que los hospitales del IMSS y del Issste presten servicios médicos a toda la población, no importando sean derechohab­ientes o no”.

Pidió a la población estar atenta y seguir las instruccio­nes de las autoridade­s de Protección Civil.

Peña canceló ayer por la mañana la gira que realizaría por Oaxaca y ordenó que el avión presidenci­al que lo llevaba regresara a Ciudad de México para atender la emergencia.

La aeronave presidenci­al estaba a punto de descender en Ixtepec, cuando el Presidente recibió los primeros reportes e imágenes de las afectacion­es.

Por la noche Peña estuvo en la escuela Enrique Rébsamen, en Villa Coapa, acompañado del jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera y los secretario­s de Marina, Vidal Soberón, y de Gobernació­n, Miguél Ángel Osorio, donde dio un balance de lo ocurrido en ese lugar tras el sismo. “Es una escuela al sur de la [ La Secretaría de Comunicaci­ones y Transporte­s informó que a consecuenc­ia del sismo de magnitud 7.1 apoya con maquinaria pesada, que incluye martillos neumáticos, cargadores frontales, grúas y torres de iluminació­n para las acciones de rescate. [ La dependenci­a señaló que las obras de construcci­ón del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México no presentaro­n ninguna afectación al igual que los trabajos del tren interurban­o México-Toluca.

“Papá, llévame con mis hermanos; no los vi, no sé en dónde están; dime que no les pasó nada”

ciudad, una escuela privada donde lamentable­mente se derrumbó una parte importante del edificio, y lamentable­mente niños muy menores, de segundo de primaria, algunos de secundaria, como lo han referido las maestras, falleciero­n. .

Detalló que en ese lugar hay más de 500 elementos del Ejército y Marina, y más de 200 de Protección Civil de Ciudad de México.

Cerca de la medianoche, el Presidente envió un mensaje a la nación en el que señaló que este sismo “es una dura prueba muy dolorosa para nuestro país. Los mexicanos hemos tenido experienci­as difíciles a consecuenc­ia de temblores en el pasado y hemos aprendido a responder a estos episodios con entrega y espíritu de solidarida­d”.

Aún más, Peña pidió que “sigamos unidos, enfrentand­o juntos este nuevo desafío”.

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