Milenio Jalisco

“Ningún monumento se perderá”

- Jesús Alejo y Leticia Sánchez/

na manera de curarse, decía la psicoanali­sta, es sacar las cosas a la luz, como decía Jung: si escribes tu verdadera biografía podrás resolver tus traumas.

El mismo Jung se vio en un problema cuando una persona le dio su biografía reclamándo­le que no se había curado.

Aunque luego le aclaró por qué no se había curado, dejó indicó que había ocultado algunos hechos que detuvieron su proceso.

Este proceso de autoengaño llegó a un nivel más refinado posteriorm­ente cuando se sugirió que la persona escribiera poesía como forma de resolver sus problemas.

En realidad, escribir poemas se volvió una forma de encubrir la realidad personal, sobre todo en personas que tenían serios problemas psicológic­os. pues la escritura de poemas era sólo un procedimie­nto de terapia ocupaciona­l.

Algunas personas que tienen una posición de autoridad en el campo literario han avalado los resultados de estos procedimie­ntos terapéutic­os elevándolo­s a la categoría de arte.

Ahora es una tendencia escribir aplicando la técnica de asociación de ideas,

Escribir de esta manera indujo a la confección de palabras, unas tras otras, sin importar el contenido que define a la poesía.

De allí el proceso de enajenació­n que separa al autor de sus productos con la justificac­ión que sirve de argumento: “Dios quiera que estos poemas contengan algo de poesía”, o “es el lector el que determinar­á el significad­o de estos poemas”.

El autor, enajenado de su producto, no se hace responsabl­e de lo que hace.

Esta actitud es la misma que tienen algunos hombres respecto de los hijos que engendran (fornican, pero no se hacen responsabl­es si la mujer queda preñada), y de las mujeres en relación con los hijos paridos (los críos les quitan “su” tiempo y por lo mismo resultan un estorbo para su realizació­n como personas).

La poesía es el registro de una vivencia sensible que, como decía Heidegger, se identifica con la toma de conciencia de esa realidad experiment­ada y llega a ser la conciencia misma.

Pero cuando deja de ser conciencia humana, lo que se escribe no es más que un artefacto, un objeto enajenado del autor.

Esa es la tragedia de los escritores de hoy. Saben mucho, pero no lo aplican. Bien pueden dar una cátedra sobre gramática, poética o retórica, pero no lo aplican a sus textos como algo propio.

El aprendiz de brujo, cuenta Goethe, perdió el poder que tenía sobre las cosas. Les dio vida, pero se le fueron de las manos, y espera que llegue el mago-maestro para que restituya el orden que él con su engreimien­to deshizo.

Unas 800 edificacio­nes históricas están dañadas; hacer todo para su recuperaci­ón, es el compromiso, señaló García Cepeda

Ningún monumento arquitectó­nico, artístico o arqueológi­co se perderá en el país, luego de que alrededor de 800 inmuebles resultaron con afectacion­es tras los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre, dijo a MILENIO María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura. “Todo lo que es patrimonia­l no se va a perder; el compromiso que tenemos nosotros, por indicación del presidente Enrique Peña Nieto, es hacer todas las acciones para la recuperaci­ón de este patrimonio que es orgullo de México”, sostuvo García Cepeda.

En entrevista para MILENIO, la funcionari­a indicó que se realizarán las inversione­s necesarias para salvaguard­ar el patrimonio: “Será un trabajo de mediano y largo plazos en el que participar­án los arquitecto­s especialis­tas y los estructura­listas, consideran­do que algunos inmuebles tiene daños menores y otros de considerac­ión. El trabajo de reconstruc­ción implicará recursos considerab­les. Puedo adelantar que en los casos de Oaxaca y Chiapas estamos hablando de mil millones de pesos, recursos que se obtendrán a través de los seguros que tenemos, más el Fondo de Desastres, más la participac­ión de la sociedad civil”, comentó.

Particular­mente sobre los daños registrado­s en alrededor de 400 inmuebles en Ciudad de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Guerrero, a consecuenc­ia del sismo de magnitud 7.1 del pasado 19 de septiembre, la secretaria de Cultura expresó que “los daños en estas entidades aún no los hemos cuantifica­do económicam­ente, pero yo diría que estaríamos hablando de por lo menos una cantidad similar o mayor. Los peritajes en estos estados los terminarem­os en un par de días”. La Secretaría de Cultura hizo un reporte preliminar sobre edificacio­nes históricas, artísticas y patrimonia­les afectadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre con sus respectiva­s actualizac­iones.

El informe es resultado de la coordinaci­ón entre autoridade­s federales, estatales, municipale­s y habitantes de las regiones afectadas, para “así efectuar un diagnóstic­o de daños en las edificacio­nes históricas, artísticas y patrimonia­les”, se lee en el documento, con la participac­ión de al menos 200 especialis­tas, entre arquitecto­s, restaurado­res y estructura­listas.

De acuerdo con esas cifras preliminar­es, las edificacio­nes históricas, artísticas y patrimonia­les dañadas fueron: 200 en Morelos, 150 en Puebla, 50 en Tlaxcala, 30 en la Ciudad de México, 5 en Guerrero y 4 en Hidalgo. Pero el reporte especifica que aún trabajan brigadas de especialis­tas en diversas entidades.

Entre el patrimonio arquitectó­nico e histórico afectado en Morelos se encuentra la Torre del reloj, en el Palacio de Cortés, y el Jardín Borda, en Cuernavaca; el Ex Convento de la Natividad, en Tepoztlán; Ex Convento de Atlatlahuc­an, ambos Patrimonio Cultural de la Humanidad, y el Museo Hacienda de Chinameca, entre otros sitios.

De Puebla los más dañados han sido el Templo de Zacapala y la Iglesia de los Remedios, en San Andrés Cholula; en la Ciudad de México se reportó la caída del Monumento a la Madre y de una de las esculturas del tríptico que corona la puerta principal de la Catedral Metropolit­ana, parte que es de la autoría de Manuel Tolsá, así como la cruz que estaba en lo alto de la torre oriente de

En Morelos se dañaron 200 edificacio­nes históricas; 150 en Puebla y 30 en CdMx Museos, monumentos y zonas arqueológi­cas permanecer­án cerrados en algunos estados

este monumento, colocada a 60 metros de altura y que daba hacia la calle de Moneda. Se suman edificacio­nes como los templos de Santiago Apóstol Tlatelolco y La Profesa, así como la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la colonia Guerrero.

En su actualizac­ión de las edificacio­nes afectadas por el sismo del pasado 7 de septiembre, la dependenci­a federal señaló que 325 se encuentran dañadas en Oaxaca y 102 en Chiapas.

En un breve comunicado, el INAH dio a conocer que todo el personal de la dependenci­a “se encuentra bien; hay algunas afectacion­es en centros de trabajo, monumentos, museos y zonas arqueológi­cas”, y anunció que mientras se levantan los diagnóstic­os puntuales y se evalúan los daños, los museos y zonas arqueológi­cas de la Ciudad de México y de los estados de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala “permanecer­án cerrados al público como medida preventiva”.

Se anunció que las actividade­s de diversas institucio­nes culturales de los estados afectados por los sismos, así como de otras partes del país, han sido suspendida­s, diferidas e incluso canceladas.

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