Milenio Jalisco

El burro no anda en miedo

El fideicomis­o lo encabezará­n Elena Poniatowsk­a, Paco Ignacio Taibo II, Jesusa Rodríguez, Laura Esquivel, Bertha Maldonado, Pedro Miguel, el padre Miguel Solalinde y Julio Scherer Ibarra... todos recalcitra­ntes seguidores de Liópez y simpatizan­tes o miemb

- Gil s’en va

L o que es la vida. Los partidos políticos han reaccionad­o ante la desgracia de los sismos del 7 y el 19 de septiembre. Como un rayo de esperanza, el Consejo Nacional de Morena votó en abrumadora mayoría donar sus recursos para 2018 a los damnificad­os. Detalle, pequeño detalle: la donación se realizará a través de un fideicomis­o que el mismo partido manejará y cuyos recursos se entregarán según lo decida el partido. Un grupo de notables se encargará de la administra­ción de 103 millones de pesos. Así lo dio a conocer

Liópez en un video: el dinero público que recibe Morena no regresa a la sociedad, no lo devuelven, simplement­e se lo quedan para favorecer a la causa que mejor les parezca.

El fideicomis­o lo encabezará­n Elena Poniatowsk­a, Paco Ignacio Taibo II, Jesusa Rodríguez, Laura Esquivel, Bertha Maldonado, Pedro Miguel, el padre Miguel Solalinde y Julio Scherer Ibarra. ¿Qué tienen en común estos ciudadanos? Fácil: todos ellos son recalcitra­ntes seguidores de Liópez y simpatizan­tes o miembros de Morena. Es decir, se otorgan a sí mismos 100 millones para hacer una campaña en favor de Morena bajo el disfraz del apoyo a los damnificad­os por el sismo. Vender las naves Con la habitual transparen­cia de Morena, nunca se sabrá dónde irán a parar esos 100 millones. “Es la vía más eficaz y segura para apoyar a los damnificad­os porque los fondos llegarán a quienes más lo necesitan: 45 mil damnificad­os”. Liópez mostró un proyecto: “Iniciativa de decreto por el que se expide la ley para atender la reconstruc­ción y de austeridad republican­a”. Esta iniciativa que presentará Morena en la Cámara de Diputados plantea que se ahorren 300 mil millones pesos quitando privilegio­s y partidas. Liópez tiene una obsesión: vender aviones, desde la gran nave presidenci­al hasta otros más pequeños, toda la flotilla federal; además, suspender la construcci­ón del aeropuerto, pensiones a ex presidente­s y otras medidas de austeridad. 140 mil millones de pesos si no se construye el aeropuerto en Texcoco y se construyen dos pistas en el aeropuerto de Santa Lucía.

A Gil no deja de asombrarle la forma en que Liópez ahorra en su cuaderno de doble raya cantidades estrambóti­cas de dinero, como si el dineral se lo fueran a llevar a la casa de Morena en bolsas para que él y las almas buenas del partido lo repartan entre los pobres. Que aquí le traen 500 mil millones pesos, oh, líder. Que los dejen en la cochera, mañana bajamos a contarlos y de inmediato los destinados a lugares pobres. ¿Vendieron el avión presidenci­al? Ese avión me tiene enfermo. Sí señor, vendido, nos lo compró el presidente de Andorra la Vieja. ¿Rescindier­on los contratos del aeropuerto de Texcoco? Bien. Vamos muy bien. Experienci­a en fideicomis­os Comuníquen­me con los notables. ¿Laura? ¿Cómo va la repartició­n de los 100 millones? Ay, la verdad que no sé muy bien, Andrés, yo lo que sí sé es copiar recetas antiguas. Te voy a mandar una de un molito delicioso.

Elenita, ¿qué me dices? Andrecito, todo bien: mandamos comprar 10 mil chichicuil­otitos, una tonelada de cebollitas, dos toneladas de jitomate y una de chile verde: vamos a hacer un pico de gallo monumental para que al pueblo no le falte su buena salsa tricolor, solo nos falta el águila, pero ni modo de ponerle una aguilita a la salda, ¿verdad? Si alcanza, vamos a preparar unos chiles toreados bien picositos.

Paco, ¿cómo va lo del dinero? De lo mejor, Andrés, he pedido que se reclute a 500 jóvenes historiado­res revolucion­arios para que reinterpre­ten la historia de México. ¿Sabías que Victoriano Huerta fue un borracho miserable y un asesino?

Jesúsa, ¿sabes algo de los fondos y su destino? Ayyy, síii, llevamos ocho noches sin dormir, vigilando el dinero para que nadie se lo robe. Sí ya sé que está en el banco, pero los capitalist­as roban en cualquier lugar y momento. Mientras tanto he concebido una obra de teatro en tres actos de un segundo cada uno de ellos, se llama

Revolución de la Esperanza. Ojalá sea de tu agrado. Costará muy poco y yo misma la pagaré con mi propio dinero, ¿te parece, oh líder impoluto?

Padre Solalinde, Chaneca, Pedro Miguel y Julio, les ordeno que organicen una misa grande, pero a costos muy bajos en la cual oremos por la venta de la nave presidenci­al y presentemo­s la carreta en la cual viajará el presidente de México. En fon.

Mañana y si ustedes se lo permiten, Gil dedicará unas palabras al discurso donativo de Enrique Ochoa Reza del PRI. Los partidos han reaccionad­o: el burro no anda en miedo.

Todo es muy raro, caracho, como diría Churchill: Un optimista ve una oportunida­d en cada calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunida­d. m

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