Al rescate de Nuestra Señora de Los Ángeles
SE ORDENÓ CONSTRUIR EN 1595; SU FORMA ACTUAL DATA DE 1808 Intervienen autoridades del INAH luego de que su cúpula colapsó tras los sismos; la prioridad es la estabilización de la estructura del inmueble
La iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles, que data de la época virreinal, erigida en uno de los barrios más populares de la colonia Guerrero, fue cerrada completamente, ya que reporta severos daños luego de que su cúpula colapsara tras los sismos del pasado 19 y 23 de septiembre.
El reporte que da el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es que este templo colonial tuvo varios agregados durante los siglos XVIII, XIX y XX, y la cúpula que se derrumbó corresponde a uno de ellos.
Arturo Balandrano, coordinador nacional de Monumentos Históricos del INAH, aseveró que “la cúpula que sufrió graves daños el día 19 de septiembre, reportó fracturas a lo largo de su superficie, esos daños permitieron el paso de la luz del exterior, por lo tanto, al otro día del sismo se visitó y se concluyó que estaba en riesgo, dándose la indicación de que se evacuara y que se dejara de utilizar el templo. Con el sismo del pasado sábado, la cúpula colapsó parcialmente, con lo que una parte del escombro cayó sobre una escuela y sobre una casa que colindan con el templo”.
El templo, asegura el funcionario del INAH, está inestable en su cúpula, por lo que la prioridad del equipo de la Secretaría de Cultura, avocado a la recuperación de este monumento histórico, es la estabilización de la estructura del inmueble, fundamentalmente en la parte de la cúpula y en los muros que la sostienen. “El derrumbe, que sucedió el día de ayer, dejó también algunos fragmentos de considerable volumen, colgando sobre uno de los muros de la iglesia, y están en un equilibrio precario, por lo que se ha reiterado que el templo no puede ser utilizado; inclusive, se dio la indicación a las autoridades de Protección Civil de la Ciudad de México para que se evacuaran las casas vecinas del templo, por riesgo de que pudieran caer algunos fragmentos todavía de la cúpula que está inestable estructuralmente”, indicó el funcionario.
El padre Cirilo Colín, párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles, está tranquilo, una vez que las autoridades culturales le prometieron hacer lo posible para recuperar y restaurar este monumento histórico afectado por los recientes movimientos telúricos.
Dijo a MILENIO que lo importante es que ahora se trabaje para reconstruir al templo, el cual está fuera de uso. “Bendito sea Dios que la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles, a la que está dedicada el templo, está bien, es un fresco inamovible de alrededor de 1580, repito lo que he escuchado”.
Mientras realizan todo el proceso para recuperar la iglesia, que se desconoce cuánto tiempo les llevará, “hay que tener paciencia. El culto lo llevaremos en donde nos sea posible, porque mi misión es pastoral”.
Las paredes, agregó quien ha estado seis años en ese lugar, presentan grietas, pero “hasta donde entiendo realizarán un trabajo a fondo, no soy ni arquitecto ni ingeniero”.
El Sistema de Información de la Arquidiócesis de México informó que, de acuerdo con el padre Colín, “durante 433 años la imagen de Nuestra Señora de Los Ángeles ha acompañado a los vecinos de la colonia Guerrero y los ha alentado a salir delante de sus dificultades; esta imagen es sagrada para la comunidad, pues en situaciones como ésta les ha dado ejemplo de fortaleza, porque ha sobrevivido intacta a éste y a otros acontecimientos que se han suscitado”.
El religioso aseguró, después de que recorrió la iglesia en compañía del personal de Protección Civil y de Patrimonio Histórico que “tiene muchos y muy serios daños estructurales; la primera decisión a la que se llegó en el recorrido fue cerrarla para hacer la valoración del estado del edificio; son templos que le tocan al Instituto Nacional de Antropología e Historia, a la Secretaria de Cultura, espero que los severos daños registrados no impidan que el inmueble pueda ser reconstruido”.
La publicación refiere que este monumento histórico lo mandó erigir el arzobispo Pedro Moya de Contreras en 1595, el cual, con el paso del tiempo fue sufriendo algunas modificaciones. “En 1776, Joseph Haro, un acreditado y piadoso sastre, puso todo su empeño para que la iglesia quedara lista. Pero no fue sino hasta 1808 cuando por fin el recinto tomó la forma con que hoy podemos verlo en la calle Lerdo, de la colonia Guerrero”.
El derrumbe también dejó fragmentos de gran volumen colgando sobre uno de los muros