“Cualquier hubiera hecho lo mismo”
Martín Moctezuma Luis Hernández, el soldado de infantería, a quien una foto difundida en redes sociales lo mostró a los ojos del país, señala: “Las personas cuando ven a un militar piensan que somos malos o que no tenemos sentimientos, pero ni por más fuerte que sea el adiestramiento dejamos de ser seres humanos, somos sensibles, tenemos sentimientos, tenemos familia”.
El hasta ayer soldado desconocido, al que un país quería conocer y saber más de él, se mostró en exclusiva y habló —antes que con cualquier medio— con Carlos Marín, director general editorial de MILENIO, justo frente al lugar donde la semana pasada extrajo los cuerpos de Sara Sofía, de casi un año de edad, y de Zamara Betsabé, la madre de la menor, quien iba a ser bautizada dos días después del temblor que derrumbó su vivienda. El día que rescataron los cuerpos de la mujer y la niña, Moctezuma, de 21 años de edad y con apenas siete meses en las fuerzas armadas, fue fotografiado por un tío de las víctimas. Aparece doblado, sollozando. Derrumbado emocionalmente. Días después, tras el sepelio de las víctimas, Marco Gil Vela —padre y esposo de las mujeres— y Martín se reunieron en Jojutla, estrecharon sus manos, se abrazaron y se agradecieron mutuamente. Marco le agradeció y le expresó su reconocimiento y deseo de que la Secretaría de la Defensa Nacional pudiera honrar al soldado. Con su característica expresión, Martín Moctezuma fue lacónico: “No tiene nada que agradecer, es mi trabajo”, expresó, luego de abrazar a Marco.