La crisis de Cataluña se traslada a la Bolsa
INQUIETUD DE INVERSIONISTAS INFLIGE CAÍDA DE 2.85% El presidente de la Generalitat puede proclamar la independencia el lunes
Una caída en la bolsa de Madrid fue una de las consecuencias de la actual crisis política en España, causada por las demandas de independencia del gobierno de Cataluña. En dicha región los partidos soberanistas ya preparan los últimos pasos antes de la eventual declaración unilateral de independencia.
El lunes próximo, el presidente catalán Carles Puigdemont debe comparecer ante el parlamento regional para valorar los resultados del referendo prohibido del 1 de octubre. Ese día “se podría producir la declaración de independencia”, dijo una fuente del gobierno regional.
La inquietud llegó a los inversionistas y el índice principal de la Bolsa de Madrid, el Ibex-35, perdió 2.85 por ciento en la sesión de ayer. En especial sufrieron los dos grandes bancos catalanes, CaixaBank y Banco de Sabadell, con pérdidas de 4.96 y 5.69 por ciento. El Santander, primer banco español, perdió 3.83 por ciento.
Cataluña, con una fuerte industria exportadora y turística, es la región más rica de España, junto con Madrid, y aporta 19 por ciento del producto interno (PIB) español. Un importante lobby económico regional, el Círculo de Economía, mostró en un comunicado “su preocupación máxima” ante una declaración La Comisión Europea pidió “diálogo” entre el gobierno español y la Generalit de Cataluña, aunque respaldó a Madrid en el “uso proporcionado de la fuerza” para garantizar la ley, en un debate en la Eurocámara sobre esta crisis.
Los eurodiputados de los principales grupos llamaron también a las autoridades catalanas a evitar una declaración unilateral de independencia, cuya adopción, en opinión del portavoz de los socialdemócratas Gianni Pittella, “echaría más leña al fuego”.
“Llegó el momento de dialogar, de encontrar una salida al callejón sin salida, de trabajar dentro del orden constitucional de España”, dijo en nombre de la Comisión su vicepresidente Frans Timmermans, días después de la celebración del referendo de independencia ilegal en esta región española.
Las imágenes virales de la actuación policial el domingo en Cataluña obligaron a la UE a pronunciarse. Las instituciones europeas condenando las agresiones, pero Timmermans consideró que “la violencia no resuelve nada en política” y precisó que la defensa de la “supremacía del derecho” exige “a veces un uso proporcionado de la fuerza”. de independencia y criticó “la violencia inexplicable” del domingo ejercida por la policía. En los próximos días, el Ejecutivo catalán debe oficializar los resultados del referendo, que según sus cuentas ganaron con 90 por ciento y una participación de 42.3 por ciento de 5.3 millones de electores. Pero la actuación policial y las carencias de organización no permiten un análisis fiable.
La sociedad catalana está dividida casi a partes iguales. Asociaciones contrarias al independentismo, apoyadas por el Partido Popular del presidente español Mariano Rajoy, llamaron a marchar el domingo en Barcelona con el lema “¡Basta, recuperemos la sensatez!” En frente, la Candidatura de Unidad Popular (CUP), de extrema izquierda y uno de los principales socios de gobierno de Puigdemont, exigen que el lunes declare la independencia con base en el “sí”.
El secretario general del parlamento de Cataluña, Xavier Muro, y el letrado mayor, Antoni Bayona, advirtieron a la presidenta, Carme Forcadell, y al resto de legisladores que tienen “el deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa” relacionada con una declaración unilateral de independencia”.
En su discurso solemne del martes, el rey Felipe VI acusó de “deslealtad” a los líderes catalanes y afirmó que “es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional”.
Carles Puigdemont le respondió en su mensaje televisado, acusándolo de ignorar “deliberadamente a millones de catalanes que no piensa como él” y de “asumir un rol inadecuado que solamente busca allanar las decisiones que el gobierno español hace tiempo estudia para liquidar las aspiraciones de soberanía” catalanas.
Entre estas opciones está la suspensión de la autonomía regional que el gobierno nunca descartó y que cada vez reclaman más voces en este país para ilegalizar al gobierno de Puigdemont.