El Chapo y Kate del Castillo
¡BRAVO, NETFLIX!
oy a las 20:30 se va a estrenar por Azteca 13 la telenovela La hija pródiga, y yo creo que hay que verla.
¿Por qué? Porque además de que con ella la televisora del Ajusco va a terminar de armar la primera barra telenovelera de puras producciones propias de la joven historia de la nueva Tv Azteca, representa un muy afortunado retorno al origen.
¿Al origen de qué? De lo que son y deben ser la telenovelas tradicionales.
Éste no es un melodrama cómico como ¡Muy padres!, un ejercicio terapéutico como Papá a toda madre, una serienovela de denuncia como Las malcriadas o una telenovela experimental como Caer en tentación.
Es un melodrama que cuenta una historia de amor como las mejores telenovelas de todos los tiempos.
¿Entonces es una propuesta anticuada, predecible y aburrida? Fíjese que no.
La hija pródiga es una historia original de José Ignacio Valenzuela (La casa de al lado) con muchos elementos que invitan al público a participar tratando de descubrir qué fue lo que pasó en ciertos puntos de la transmisión, quién es el asesino y muchas de esas cuestiones.
¿Sabe como qué es? Como La madrastra (Vivir un poco) de Arturo Moya Grau o como las inolvidables telenovelas tipo Agatha Christie de la gran Fernanda Villeli como Extraños caminos del amor y Un rostro en mi pasado.
Tuve el privilegio de ver varios capítulos por anticipado y lo único que le puedo decir es que si usted extraña las telenovelas de antes, ésas donde con pocos recursos teníamos actores que se tomaban muy en serio lo que hacían, aquí va a ser feliz.
Pero sí es importante que la comience a ver desde el minuto uno del capítulo de hoy porque cuando llegue al final del episodio del viernes no la va a poder soltar de tan completa, romántica y bien armada.
¿De qué trata? No, no se deje engañar por el nombre. Esto va más allá de la hija que vuelve. Tiene que ver con familias, con mentiras, con unos ricos que también lloran.
Y tiene un reparto que lo mismo incluye a enormes figuras como Alejandro Camacho (Alma de hierro), Aura Cristina Geithner (Cielo rojo) y Fernando Luján (Mirada de mujer) que a estrellas como Christian de la Campa (Vino el amor), Andrea Martí (Prófugas del destino) y Sharis Cid (La malquerida) y que a lanzamientos estelares como el de Isabel Burr (Niñas mal).
Luche por ver La hija pródiga a partir de hoy a las 20:30 por Azteca 13. Le va a gusta. De veras que sí. El viernes pasado se estrenó, por Netflix, la esperadísima respuesta de Kate del Castillo a todo el escándalo que vivió antes, durante y después de su encuentro con Joaquín El Chapo Guzmán.
Se trata de una serie documental dividida en tres episodios de más o menos una hora cada uno y estoy convencido de que es una experiencia que ningún mexicano se debe perder. ¿Por qué? Primero, porque ver esto justo ahora que estamos definiendo el juego electoral de 2018 es básico, algo que cambia cosas, que tiene lecturas. Y segundo, porque representa ese derecho de réplica que Kate jamás tuvo en los medios tradicionales de este país.
Ojo: no estoy diciendo que nadie la haya buscado. Estoy diciendo que nadie la buscó para abrirle sus micrófonos así, para sincerarse, para explicarse y, lo más interesante, para confrontarse.
Porque si usted pensaba que Cuando conocí al Chapo (The Day I Met El Chapo: The Kate del Castillo Story) era un ejercicio de autopromoción de la protagonista de Ingobernable, le tengo noticias: ¡Para nada!
Hay momentos muy duros en donde a la señora se le cuestiona sobre algunas de las cosas que le declaró a la prensa y otros donde, de plano, a Kate no le queda de otra que reconocer que cayó.
No le voy a contar detalles para no echarle a perder la experiencia pero sin que se trate de una obra maestra del documental latinoamericano, es una serie que se necesitaba, que hacía falta y que se tenía que hacer desde la perspectiva de una plataforma global, externa.
¿Usted cree, por ejemplo, que una plataforma mexicana hubiera podido decir las monstruosidades que en este documento se dicen de compañías como Televisa sin enfrentar repercusiones negativas? ¿Usted cree que un canal de aquí hubiera podido permitir que se realizaran las durísimas observaciones que ahí se hacen a algunas de nuestras autoridades?
Pero lo mejor de todo es que Cuando conocí al Chapo nunca deja de ser un gran espectáculo donde lo mismo vemos a una Kate en una suerte de confesionario de lo más teatral, que aportaciones de Pati Chapoy, Roxana Castellanos, Pedro Sola, Sabina Berman, Lydia Cacho y Jenaro Villamil.
En resumen, quien quiera conocer el punto de vista de Kate, lo va a conocer, y quien quiera chisme, por supuesto que lo va a obtener.
Qué sabios los señores de Netflix al incluir este material justo en este momento. ¿O usted qué opina?