Revela EU cargos contra ex empleados de Rolls Royce
Acusados de lavado, sobornos y conspiración Tres ex colaboradores de la empresa y dos externos, imputados; cuatro se declararon culpables de los señalamientos
Las autoridades de Estados Unidos revelaron los cargos contra tres ex empleados de Rolls Royce y otras dos personas por su presunta participación en un esquema para pagar sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros, que incluye un contrato para proporcionar equipo y servicios para alimentar un gasoducto de Asia Central a China.
De los cinco hombres acusados por el Departamento de Justicia de EU, cuatro se declararon culpables de las ofensas, mientras que se cree que el quinto no se encuentra en ese país.
La revelación de los cargos se produce después de un arreglo por 671 millones de libras que se alcanzó en enero con las autoridades anticorrupción en Reino Unido, EU y Brasil, en el que Rolls-Royce admitió una serie de delitos en sus negocios de aviación civil, militar y su antiguo negocio de energía en un periodo de más de 20 años.
La revelación de cargos significa que antes se llevaron en secreto y que ahora se hacen públicos. Las acusaciones se relacionan con la operación de energía de la compañía británica, que se vendió a la alemana Siemens en 2014.
La investigación a escala mundial descubrió evidencia de corrupción en esa unidad en Nigeria, Brasil y Rusia y Kazajistán.
El Departamento de Justicia de EU dijo el martes que acusó a Petros Contoguris, de 70 años, un ciudadano griego que vive en Turquía y fue director ejecutivo de una compañía turca de asesoría de gas y petróleo llamada Gravitas & CIE International Ltd, por lavado de dinero y cargos de sobornos extranjeros. No se pudo contactar inmediatamente a Contoguris para que hiciera comentarios.
También presentó cargos contra James Finley, de 66 años, un ex alto ejecutivo de energía de Rolls-Royce que vive en Taiwán; Keith Barnett, ex director regional de energía de Rolls-Royce en EU; Andreas Kohler, empleado de Rolls-Royce en la oficina de Alemania de una firma de ingeniería y consultoría de la cual no se dado el nombre, y Aloysius Zuurhout, quien trabajó en la filial holandesas de Rolls-Royce. Cada uno se declaró culpable de conspirar para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por su sigla en inglés).
En la acusación se alega que Contoguris, junto con empleados de una compañía de consultoría de ingeniería que incluye a Kohler, ideó un esquema con ejecutivos y empleados de Rolls-Royce en el cual la compañía británica le pagaría sobornos a la empresa y mordidas a al menos un funcionario extranjero.
Esos pagos se disfrazaron como comisiones para la empresa de Contoguris, Gravitas, a cambio de ayudar a Rolls-Royce a obtener contratos en Asia Gas Pipeline (AGP), una empresa que se creó para construir y conectar un gasoducto entre Asia Central y China.