Muestran al Monsiváis miniaturista
El cronista llegó a reunir una amplia colección de mil piezas, en las que se enseña la vida cotidiana y las costumbres de los mexicanos
Hay una frase del coleccionista Ricardo Pérez Escamilla para darle un poco de forma al interés de Carlos Monsiváis por las miniaturas: “Tiene sus gatos y tiene sus miniaturas. Ya quedó claro, ¿verdad?”
Cuando adquiría alguna, solía llamar a quienes estuvieran cerca para presumirles las obras: “Ponía tal atención en los objetos, que merecían ya ser presentados en una exposición”.
El artesano Alfredo Velásquez lo ratifica al recordar una larga relación que sostuvo con el cronista, desde una visita que le hiciera a su taller, en aquel entonces ubicado por Lomas Estrella, donde le preguntó el precio por un trabajo: “Le pedí mil 500 pesos; él se sonrió, se movió sus lentes y me dijo: ‘No quiero aparecer como un estafador. Esa cantidad dóblela y apenas es el precio justo por esas piezas’. Así fue como lo conocí. “La miniatura la manejé desde que estaba en la primaria. Tuve la gran oportunidad de conocer al maestro Monsiváis cuando vio unas piezas mías que estaban exhibiendo en el Metro. Me pidieron que le llamara por teléfono, lo hice y lo invité a mi taller. Así empezó todo”.
Monsiváis logró reunir más de mil piezas, lo que ahora se refleja en la muestra El juego y
el arte de la miniatura, que se inaugura este sábado en el Museo del Estanquillo.
Es la primera muestra que se abre para el aprecio estético y que tiene como objetivo primordial a los niños, si bien está dedicada a todos los públicos, dijo Henoc de Santiago, director del recinto. Permanecerá hasta fines de abril de 2018 para atender a los visitantes de dos periodos vacacionales. “Es una exposición con un carácter mucho más lúdico, pero pensando en los niños; queríamos cerrar el año con una muestra de esta parte juguetona, lúdica de Carlos, en donde se mostrara esta faceta como miniaturista. Aunque podría ser exagerada la frase de Ricardo Pérez Escamilla, tenía algo de cierto. “Para Carlos, no obstante su interés en documentos, en arte, en la gráfica que contara la historia de nuestro país y muchas colecciones están relacionadas con lo que él escribía. También le interesaba esta manifestación de arte popular que, sin grandes pretensiones históricas, sí retrataba en tercera dimensión la vida de los mexicanos”, aseguró el director del museo.
Carácter lúdico
Títeres, juguetes y miniaturas escultóricas conforman la exposición, resultado del aprecio de Monsiváis por esa manifestación artística, donde hay desde piezas individuales hasta maquetas que, en conjunto, podrían llegar a pesar hasta una tonelada. Son presentadas divididas en varios temas: “La portentosa vida de la muerte”, “La vida es sueño y el teatro juego”, “¿Te lo cuento otra vez?”, “El juego serio de la Historia” y “Los relatos de lo que no se sabe”. “Las miniaturas que vamos a ver son una serie de piezas que reflejan la vida cotidiana, algunas costumbres muy arraigadas entre los mexicanos”, dijo De Santiago. La selección se hizo a partir de lo que no se había exhibido antes, aun cuando normalmente hay miniaturas en las exposiciones y tal vez algunas maquetas, y “hay algunas que no lo son tanto, pero que destacan el carácter lúdico de la muestra”.
Pasajes históricos, celebraciones religiosas, juegos infantiles, escenificaciones teatrales, lucha libre y, por supuesto, escenas de la vida cotidiana, se representan en la muestra, que también da cuenta de diversos creadores populares que contribuyeron al desarrollo de esta manifestación, como Roberto Ruiz, Teresa Nava, Cristina Bremer y la Compañía de Títeres Rosete Aranda. “Aparte de la fascinación por la manera en que retratan la vida cotidiana estas miniaturas, también tuvo un gran respeto, una gran admiración hacia los artesanos, hacia los maestros. Nos platican que sentía hasta más respeto por los maestros de arte popular, que por muchas otras personas consagradas en las letras o en las artes plásticas”, evocó De Santiago, al grado de que llegó a convertirse en una especie de mecenas de los artistas o “en un comprador compulsivo de las piezas que producían estas personas”. El juego y el arte de la miniatura, cuya curaduría estuvo a cargo de Ana Catalina Valenzuela —la primera que se hace desde el interior del recinto—, se inaugurará el sábado 11 de noviembre, a las 12:30, en el Museo del Estanquillo, Isabel la Católica 26, esquina Madero, Centro Histórico.