AUSTER RECIBE LA MEDALLA CARLOS FUENTES
RECORDÓ A ESCRITORES COMO LARBAUD, POE, APOLLINAIRE Y WHITMAN
Homenajean a Fernando Savater, “mediador de ideas complejas”
En la inauguración del Salón Literario el escritor estadunidense recibió la medalla Carlos Fuentes
Paul Auster es uno de los protagonistas de la edición 31 de la FIL Guadalajara. El escritor estadunidense recibió ayer la medalla Carlos Fuentes de manos de la periodista Silvia Lemus —viuda del narrador mexicano— en una ceremonia en la que habló de una de sus primeras pasiones, aunque quizá se trate de la más importante: la poesía.
Hacia las 12:30 horas se dio apertura al Salón Literario de la FIL en el auditorio Juan Rulfo de la Expo Guadalajara con el discurso de Auster sobre el papel de la literatura en general y de la poesía en particular. El escritor norteamericano hizo un especial énfasis en lo que significa la literatura y su misión de ofrecer una visión nueva sobre el mundo cotidiano, nos enseña a sorprendernos de nuevo por lo que nos rodea. Asimismo hizo un repaso los algunos de los principales ponentes de la literatura estadounidense y su cercana relación con la poesía francesa:
“El desarrollo total del verso inglés se ha logrado robándoselo a los franceses, Stevens escribe que ‘el francés y el inglés constituyen una sola lengua’, cuando un poeta observa a otro poeta de otro país (y de otra lengua), lo que hace es buscar inspiración, es que está buscando algo que no tiene disponible en su propio idioma ni su propia literatura, significa que quiere liberarse de los confines de su propia cultura, pero lo hace porque quiere hacer algo propio, adueñándose de algo externo para volver a su propio lugar. En cualquier caso, los autores siempre estamos observando a los otros escritores, porque siempre partimos de algo, nadie puede trabajar desde el vacío, leemos a los otros para encontrar cosas que nos ayuden a nuestro propio propósito”, dijo.
“La conexión que nos da Larbaud junto con Whitman es muy importante, Larbaud quiso inventar un poema, y yo cito ‘a partir de todas las razas que podemos encontrar en un país, donde podemos descubrir lo exótico ¿Quién podría escribir como Whitman, sabiendo que existe una irresponsabilidad común y alegre que a final de cuentas Whitman también carece de ella? El escritor francés conocía todas estas carencias por eso es que a partir de Whitman podía crear algo diferente, una versión francesa, algo totalmente diferente, algo totalmente Larbaud”, explicó.
Su disertación continuó: “Estamos hablando de que los mejores poetas de inicios del siglo XX: Larbaud o Apollinaire podrían ser vistos como respuestas transitorias a lo que Whitman ya había hecho, es verdad que cada uno tenía sus propias preocupaciones y tenían mucho que hacer con los espíritus que se habían desarrollado desde ciertos poetas del siglo XX en los Estados Unidos, de la llamada escuela de Nueva York: Frank O’Hara y John Ashbery, que por cierto ambos eran francófilos”.
Auster dijo: “Yo siento que el alma de Apollinaire fluyó por el océano después de su muerte en 1915, y después y quiso habitar la mente de Frank Ohara, porque los parecidos que existen entre ambos son asombrosas y hasta inquietantes: su amor por la poesía urbana, el hecho de vivir rodeados de pintores radicales: Apollinaire por el cubismo y Ohara por los expresinistas abstractos. Además que de ambos murieron jóvenes”.
“Apollinaire fue el primer escritor realmente moderno, es uno de los primeros que se sorprenden de los inventos y se sienten en casa rodeados de los aviones, de los automóviles, los puentes, las torres”.
Al finalizar la ponencia, Auster recibió aplausos y la medalla Carlos Fuentes.