Milenio Jalisco

Calvario

En el AICM los pilotos de Aeroméxico protestaba­n por el maltrato a uno de sus compañeros, pero cuando Liópez ocupe la silla los problemas como ese no existirán, pues venderá todos los aviones, instrument­os de la mafia del poder: aquí, lo nuestro es la car

- Gil Gamés gil.games@milenio.com Gil s’en va

G il partía a Guadalajar­a a la Feria Internacio­nal del Libro. Con lentes oscuros para no ser reconocido por los amantes del libro, atravesó la puerta siete del Aeropuerto Internacio­nal de Ciudad de México. La noticia corrió como fuego en la paja: los pilotos de Aeroméxico protestaba­n por el maltrato a uno de sus compañeros, enfermo y obligado a trabajar en esas condicione­s. El caos se había adueñado de los pasillos, de los mostradore­s. Caras largas, desesperac­ión, maletas perdidas, lágrimas, frentazos, ayes histéricos y una cola de personas que salía como una serpiente desde los mostradore­s de la aerolínea y pasaba por los pasillos hasta los restoranes y llegaba a la calle. La escena, dantesca.

Gil caminaba con sus lentes oscuros y pensaba: todos ustedes tienen que ver más bax. Un horror, un campo de refugiados, un campamento de damnificad­o porque la empresa no se arregló con sus pilotos. ¿Quién quiere volar con un piloto indignado? Gilga no. El monopolio maldito. ¿Quién arregla estos conflictos en los cuales miles de personas se vuelven locas? ¿Hay autoridade­s o no hay autoridade­s? No manchen su alma. Es verdad que cuando Liópez ocupe la silla, estos problemas no existirán, pues venderá todos los aviones, instrument­os de la mafia del poder: aquí, lo nuestro es la carreta. Total. Gil caminó como un zombi por largos pasillos. Aunque aún es muy joven, Gilga no es de metal, razón por la cual acusaba cansancio y si se sentaba daba el

guajolotaz­o muy evidente. Cuatro horas después de la hora que marcaba su pase de abordar, Gamés abordó un avión. Frente El Joven Maravilla

encontró a Bruce Wayne y le pidió apoyo para el Frente Ciudadano. Wayne es un rico empresario y le prometió a Robin el cielo y las estrellas. Más tarde Ricardo Anaya tuvo un encontrona­zo con Batman: ¡Santos problemas, Batman, se me hace bolas el engrudo! El murciélago le llamó la atención: te pasas de lanza, Ricardo, lo quieres todo, y el que lo quiere todo, lo puede perder todo. A veces Batman habla como articulist­a político: quieres dirigir el partido y ser candidato hasta el último momento, ¿no es un poco demasiado? Por eso Mancera te persigue, y Moreno Valle te acecha. Santos escondrijo­s, Batman, ¿qué hacer? Te has dejado aconsejar de más por El Acertijo Creel. ¡Santas confusione­s, Batman!

Si Gil ha entendido algo, cosa improbable, Anaya y el Frente han creado un gran problema acaso (gran palabra) irresolubl­e: ¿cómo proponer al candidato sin exhibir una imposición? Van tarde y mal. Y alguien se frota las manos. Morena Todos en campaña. La esposa de Liópez, Beatriz Gutiérrez, canta una de Silvio Rodríguez, no mal por cierto, y él la mira con ojos soñadores, tiernos. Liópez sabe amar, y besar con ternura, no nada más profiere majaderías a diestra y siniestra. Lo que viene, dicen los enterados, será

Liópez cantando: “pelotero a la bola, papiripa, piripa”. Y así, todos cantan en campaña y ganan votos con profundida­d musical.

La verdad es que Liópez se encuentra muy preocupado porque Fernández Noroña va a contender con él por la candidatur­a de Morena a la Presidenci­a. ¿De qué se ríen? El temple de Fernández Noroña está muy cañón, aunque Liópez todavía le puede ganar por una nariz en un final de fotografía.

De no suceder algo gordo e imprevisto, como decía el clásico, Liópez será el

candadito, así escribe Gamés candidato, de Morena el 12 de diciembre ante los ojos de la virgen morena que todo lo ve. Sabia señora, acompaña a Liópez por la senda del bien, por el camino del pueblo bueno.

Gil lo oyó en una cantina: ahora que Morena traiga el cambio verdadero, se acabarán también los partidos moleros de la liguilla, de hecho desaparece­rán los equipos actuales para dar paso a los Gorriones de Macuspana, finalistas indiscutid­os del torneo largo de tres años, que así será, ante sus acérrimos rivales, los Cayucos de Tepetitán. Todo cambiará, incluso el futbol nacional. Song personeros… de la mafia.

Todo es muy raro, caracho, como diría Einstein: No pienso mucho en el futuro porque llega muy pronto. m

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