Reconocen a Alberto Ruy Sánchez en la FIL
RECIBE HOMENAJE AL BIBLIÓFILO; POSEE MÁS DE 50 MIL TÍTULOS Expresó que “los libros conducen a la realidad por caminos que la enriquecen”
Alberto Ruy Sánchez recibió ayer el Homenaje al Bibliófilo en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2017; el escritor, editor, poeta y ensayista puntualizó que su biblioteca es un jardín de símbolos, “el libro es la voz que entra en la intimidad, nos toca el fondo y, si dejamos que su química se active en contacto con la nuestra, nos transforma, nos ayuda a vivir”.
Manifestó que el amor por los libros es muchas veces un amor correspondido en exceso, “no es raro que los libros den mucho más de lo que reciben, pero sin el amor de un lector, de uno por lo menos, los libros prácticamente no existen”.
La gala llenó al auditorio Juan Rulfo para provocar risas, emoción y hasta nostalgia a los participantes e incluso a los asistentes con las anécdotas y vivencias que fueron contadas, pero también con un video que fue hecho para la ocasión en nombre del aporte sobresaliente del homenajeado, quien también tuvo la presencia de amigos y familiares.
El presidente de la FIL, Raúl Padilla López, reconoció a Ruy Sánchez como una de las figuras literarias más importantes de México en los últimos tiempos, siguiéndole Sergio López Ruelas, quien ofreció una cátedra de conocimiento más allá de lo que se sabe del galardonado: una vista hacia dentro de la vida entre Ruy Sánchez y los libros. Fue el escritor colombiano, Mario Jursich Durán, quien se encargó de cerrar los discursos antes de darle turno al mismo Ruy Sánchez.
El estudioso que fuese discípulo de Roland Barthez y amigo de Octavio Paz, y doctorado por la Universidad de París, posee en su colección personal más de 50 mil volúmenes, de los que puede presumir haberlos leído todos, pero que prefiere “vivir una nueva aventura cada vez que los lee”.
“Los libros conducen a la realidad por caminos que la enriquecen, no los alejan de ella, pero hay que lograr algo más que saber leer. Hay que saber dejarse leer por los libros”.
“¿Cuántas formas de decir gracias existen? Mi agradecimiento hoy aquí es el horizonte de mi sonrisa. Con cada uno de los que están aquí me une una sonrisa que es eco de muchas otras”, expresó Ruy Sánchez.
Subrayó que sus libros, “sean los que sean, seguro son demasiados, pero no están ahí atesorados, como algo adquirido: ni se han ganado todavía su quietud ni yo he acabo de merecerlos, están vivos, están en mi casa cuando no están conmigo, no porque los posea o los haya asimilado sino porque en cada uno de ellos, y en cada conjunto de temas y autores, se abre para mí lo posible”.
Ruy Sánchez señaló que “mi biblioteca es no sólo lo que veo en ella, o lo que ella lee en mí, es también y sobre todo lo que miramos juntos, sus libros me ayudan a ver, a oler, a pensar el mundo; ella no deja de entretejer conmigo complicidades y desciframientos que no estaban no en ella ni en mí”.
Alberto Ruy Sánchez es fundador, junto con Margarita de Orellana, de la revista y editorial Artes de México, de la que actualmente es director general y con la cual promueve y difunde la diversidad y riqueza cultural de México, en todas sus manifestaciones creativas.
Nacido en la Ciudad de México en 1951, es doctor en Comunicación por la Universidad de París, maestro en Artes Visuales y licenciado en Ciencias y Técnicas de la Información.
Además, es autor de novelas, relatos, cuentos, ensayo y poesía; algunos de sus libros han sido traducidos a diferentes idiomas y sus novelas se han consolidado como libros de culto con reimpresiones permanentes.
Su producción incluye títulos como Los demonios de la lengua, Una introducción a Octavio Paz, Con la literatura en el cuerpo, Los jardines secretos de Mogador, Elogio del insomnio, Decir es desear y Quinteto de Mogador.
Ha sido acreedor a reconocimientos como el Premio Xavier Villaurrutia; Ensayista por la Universidad de Nuevo México; fue becario de la Fundación Guggenheim de Nueva York; y el gobierno de Francia le otorgó la Orden de las Artes y las Letras, y recibió de la industria editorial mexicana el Premio Juan Pablos al Mérito Editorial.