Vuelven a enfrentarse en Guerra de papás 2
ES LA TERCERA PELÍCULA JUNTOS DE WILL FERRELL Y MARK WAHLBERG Brad y Dusty reciben a sus padres, quienes sacarán a flote las diferencias entre ambos nuevamente
Después de que Brad (Will Ferrell) y Dusty (Mark Wahlberg) resolvieran sus diferencias y pudieran ser “co-padres”, ahora son sus papás quienes llegan para evidenciar las discrepancias entre ambos.
El cariñoso Don (Jon Lithgow) y el macho Kurt (Mel Gibson) son polos opuestos en la forma en que se relacionan con sus nietos Dylan (Owen Vacarro) y Megan (Scarlett Estevez), así como la madre de los niños Sara (Linda Cardellini). Todos estos ingredientes conforman Guerra de papás 2, la secuela del éxito estrenado en 2015, que se proyectará en las salas de cine nacionales a partir de este viernes.
Para el director y escritor del filme, Sean Anders, esta segunda parte representa una oportunidad para explorar el lado cómico de las dinámicas familiares de la vida real. “La primera película fue una especie de ‘bromance’, al ver a estos dos personajes tan distintos unirse por el bien de los niños.
“No habíamos pensado en una secuela cuando hicimos la primera película, pero nos encantó la idea de que los papás de los papás llegaran para pasar Navidad con ellos y así agregar otra capa de complejidad al conflicto entre ellos dos. La idea era demasiado buena como para dejarla pasar”, señaló.
Anders aseguró que “ubicamos la historia en Navidad porque normalmente puede ser una época complicada para las familias combinadas, ya que se tiene que decidir quiénes van a dónde y en qué fechas, lo cual lleva a muchos malentendidos y sentimientos heridos. El humor y los conflictos vienen de un lugar muy realista y con el que se puede identificar la gente”.
La posibilidad de reunir al elenco de la primera película también resultó ser un gran atractivo para el equipo creativo. Will Ferrell aseguró que “obviamente me encantó volver a trabajar con Mark (Wahlberg)”, con quien realizó su tercera película, anteriormente hizo Policías de repuesto (2010) y Guerra de papás (2015).
“Es agradable conocer a alguien lo suficiente para encontrar buen ritmo desde el inicio y me encantó la idea de continuar la historia y ver cómo Brad y Dusty manejaron la paternidad compartida y aparte meter a sus padres en la mezcla”, agregó.
Por su parte, Wahlberg aseguró: “Siempre me siento cómodo improvisando con Will (Ferrell). Es alguien talentoso y con los pies en la tierra. Su humor está basado en que disfruta hacer reír a la gente. Cuando quise incursionar en la comedia, era muy aprehensivo y muy selectivo con respecto a con quién quería trabajar. Cinco minutos después de conocer a Will para hacer Policías de repuesto dije ‘sí, lo haré’. Unos cuantos años después henos aquí haciendo nuestra tercera película juntos”.
En la primera entrega, Dusty es el antagonista, pero ahora que llega su padre lucha con una crisis de identidad. “Dusty ya no es el tipo rudo que alguna vez fue, ha aprendido mucho de Brad y ha crecido como padre, es difícil lograr que Dusty se sienta incómodo, pero Kurt lo consigue, ya que lo molesta por la forma en que está educando a sus hijos. Se siente dividido entre ser mejor papá y tratar de impresionar a su propio padre.
“De alguna manera, Will y yo intercambiamos los papeles, yo siempre quiero hacer cosas diferentes, así que es divertido interpretar las inseguridades de Dusty y verlo evolucionar como personaje”, compartió Wahlberg.
Para Mel Gibson, “Kurt es un astronauta, un hombre rudo y mujeriego que sigue haciendo sus viejos tructos, aunque ya no es ningún jovencito. La personalidad de este personaje es graciosa. Él ama a su hijo, pero no ha sido y sigue sin ser el papá ideal, y eso crea una relación bastante disfuncional”.
Para Lithgow, “Don tiene un gran corazón y es el tipo de hombre que cambia los planes de un viaje a propósito para poder conocer a tanta gente como sea posible. Le encanta platicar historias aburridas que solo a él y Brad le parecen emocionantes y salta de tema en tema, con lo que logran que todos los lugares a los que llegan se vacíen”. Ferrell considera que “Don y Brad son un espejo el uno del otro. A nivel superficial parecen tener la relación perfecta entre padre e hijo, pero ninguno quiere enfrentar sus problemas”.
Y esos conflictos, así como unas improvisadas vacaciones, serán el núcleo que desate los momentos más divertidos de este filme.
Las diferencias entre las formas de educar a los niños salen a la luz con la llegada de sus padres