80% de nuevos casos de VIH son drogadictos
Están usando crack, cristal y esto sí impacta, indicó Luz Alicia González Hernández, jefa de la Unidad de VIH Metas: que 90% de portadores estén diagnosticados, tengan servicio de salud y cargas virales indetectables Cumple el Coesida Jalisco 30 años, su
Amás de tres décadas de la aparición del virus causante de la pandemia más temida de los últimos siglos, la ciencia logró cambiar en tiempo récord el pronóstico de la enfermedad de mortal a crónica, sin embargo, aún no consigue frenar su transmisión… Pese a ser 100 por ciento prevenible, miles contraen la infección por VIH cada año: 1.8 millones de personas en el mundo (Onusida, 2016). Esto equivale a que se contagiara más de la tercera parte de la población (36%) de los nueve municipios del área metropolitana de Guadalajara (AMG).
El virus de la inmunodeficiencia humana ya era un problema mundial cuando la mayoría de estos nuevos pacientes nacieron, pues el promedio de nuevas infecciones está por debajo de los 25 años, una realidad ya conocida que comparte México y a la que hoy se agrega un nuevo factor de riesgo: el incremento del consumo de drogas, indicó Luz Alicia González Hernández, jefa de la Unidad de VIH del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara (HCG), la cual abrió sus puertas en 1992 y actualmente atiende a 3 mil pacientes. Todos lo que no tienen seguridad social. “Ahorita las drogas están impactando gruesísimo a nuestro país. El 80 por ciento de los nuevos pacientes son usuarios de drogas, y aparte no son las drogas que estábamos acostumbrados a ver, la mariguana… están usando crack, están usando cristal, y todo esto sí impacta”, dijo.
La Secretaría de Salud ha alertado acerca de estas sustancias que causan un daño mayor en menos tiempo y eso genera una gran vulnerabilidad y aumenta el riesgo de infectarse… Si no se controlan la adicción, es sumamente difícil que una vez diagnosticados sigan el tratamiento contra el VIH.
Hay algunos pacientes que olvidan su medicación, nublados por el efecto de la droga, pero también quienes llegan a venderlo en el mercado negro por 2 mil pesos –refirió González- cuando su costo comercial oscila de 15 a 20 mil pesos.
La no adherencia es un problema grave. Origina resistencia viral, complicaciones y eventualmente la muerte. Aproximadamente la mitad de los fallecimientos por VIH-sida en el HCG (un promedio de cuatro al mes) obedecen a la falta de apego al tratamiento, la otra mitad al diagnóstico tardío.
“En la infección por VIH sí se requiere ser un buen paciente, que mínimo tome el 95 por ciento de las tomas del tratamiento prescrito para que sirva. De lo contrario generas un virus resistente… pero muchos de nuestros pacientes vienen acarreando serios problemas, desde abandono de la familia cuando se entera de que era homosexual o de que viven con VIH, o son usuarios de drogas”, dijo González Hernández.
La médica habló sobre otro fenómeno adyacente en estos usuarios: “No sólo se inyectan drogas, se inyectan vitaminas. Uno pensaría que están usando un montón de jeringuillas para drogarse y no. Hay algunos que tienen unas jornadas tan largas, que se inyectan vitaminas con la misma jeringa del de a lado”. Nuevas infecciones Alberto recorrió el largo pasillo del viejo hospital, que lleva a la Unidad de VIH del Civil. Es su primer día de consulta. “Estoy bien… tranquilo, estable”, contesta. Su expresión parece la de quien se hace fuerte. Tiene 26 años, estudios de licenciatura y un negocio propio que dejó a cargo de su hermana para comenzar a tratarse. Recibió información acerca del VIH en la escuela, pero no le “llegó”. Tuvo relaciones sexuales sin protección que no consideró de riesgo y un buen día, de simplemente empezó a debilitarse. Perdió ocho kilos de peso, que para un joven alto y siempre delgado, fueron demasiado notorios.
“El médico me manda a hacer la prueba de VIH y nada, pues me entero por teléfono prácticamente (del resultado). Al final lo tomé con serenidad”, insiste. Compartió la noticia con su familia, que de inmediato lo arropó.
Como Alberto, al Antiguo Hospital Civil llegan diez nuevos casos por semana. Siete hombres por cada mujer. “Es desalentador que se siga infectando la gente de una enfermedad que es 100 por ciento prevenible. En educación sexual estamos aún muy perdidos”, apuntó Luz Alicia González, infectóloga.
Puede tratarse como cualquier padecimiento crónico; tiene mejor pronóstico que diabetes