Fruto de la lucha
Ciudadana, este organismo encabeza las políticas públicas que han dado vuelta a la epidemia
Desde su creación en 1987, fruto de la lucha y las movilizaciones ciudadanas, el Consejo Estatal del Sida (Coesida) en Jalisco arriba a su treinta aniversario con grandes expectativas, tras haber dado vuelta a la epidemia. En entrevista con MILENIO Jalisco, Ariel Campos Loza, titular del organismo hace un recuento de ese trabajo. ¿Qué se ha logrado en treinta años de lucha contra el VIH-sida? “Jalisco fue uno de los pioneros en México en tener un programa gubernamental muy organizado con el objetivo de prevenir la infección por VIH-sida y de contenerla… que nos ha permitido mantener una prevalencia baja de infecciones, aunque la epidemia está concentrada en grupos vulnerables: hombres que tienen sexo con hombres, mujeres trans, usuarios de drogas, personas que hacen trabajo sexual. En estos treinta años ha habido un cambio muy significativo en términos de prevención que permiten hablar de una estabilización de la epidemia. La implementación de estrategias va de acuerdo al conocimiento de la enfermedad, que al principio fue sumamente mediática. Del 83 que se registra el primer caso en Jalisco, tarda cuatro años en crearse el Coesida… Así es. Con un decreto del gobernador Álvarez del Castillo se crea el Coesida. Entonces era primordial reducir la gran cantidad de estigma y discriminación con las personas que eran portadoras del virus, que eran pocas pero altamente rechazadas, por sus familias, los corrían de sus casas y de sus trabajos. Otro reto era educar a la población sobre cómo se transmitía el virus. ¿Cuántos casos se diagnosticaron en el 87? Se diagnosticaron sesenta casos. Desde el 83 se habían acumulado hasta ese tiempo 101 casos, eran muy pocos… al haber pocas personas no representaba una causa de muerte importante en general… Ya en los años noventa, al haber una cantidad constante de personas con la enfer- medad, ya una epidemia instalada en el territorio nacional –en Jalisco fueron notificados 609 casos nuevos sólo en 1993- y sin tratamientos antirretrovirales efectivos, aumentó la mortalidad y el sida se llegó a situar en los primeros lugares como causa de muerte en jóvenes. ¿Cuántas personas fallecían? Prácticamente todas. La expectativa de vida de quien desarrollaba sida, sin tratamiento, era de un año en los años ochenta y principio de los noventa… Conocer los mecanismos en que se transmitía el virus y hacer fuertes campañas de prevención, de uso del condón, que nos llevó a fuertes enfrentamientos con sectores conservadores, nos permitió impactar de una manera, pobre aún, pero impactar. Había antirretrovirales en experimentación pero no eran tan efectivos. Ya en 1995-1996 comienzan a haber antirretrovirales efectivos a nivel mundial. ¿Los antirretrovirales llegaron pronto a Jalisco? Así es, relativamente pronto. La distribución comenzó en países del primer mundo, en México comienza a haber alrededor del año 97-98, medicamentos muy efectivos en el Seguro Social, fármacos de primera generación con inhibidores de la proteasa. Hasta el año 2003 la Secretaría de Salud otorga tratamiento gratuito a toda la población, integrando a todos los que no tenían seguridad social. Hay acceso al tratamiento universal. México es el país con ingresos medios con mejor cobertura de tratamiento para las personas con VIH. Fue un parteaguas… Sí. A partir de entonces comienza una caída en la mortalidad, pero también al haber mayor cantidad de portadores de VIH, la infección que al principio se concentraba en hombres, empezó a aumentar la transmisión del sida en mujeres. Ahora por cada mujer con VIH hay cuatro hombres, cuando antes había una mujer por cada treinta hombres con la infección. Esto nos mete en un problema que es la transmisión materno-infantil, la de una mujer embarazada a su bebé. El pico máximo de esta transmisión se vio en el 2001. Ese año nacieron 24 niños con VIH. Un reto tremendo... ¿Qué otros logros destaca en treinta años? Eliminar la transmisión de sida por transfusiones sanguíneas; el programa para tratar y dar seguimiento a las madres portadoras del virus, reducir la mortalidad gracias al diagnóstico oportuno con el uso de las pruebas rápidas. Nuestro año récord fue el 2015 con 110 mil pruebas rápidas de VIH nada más distribuidas por el Coesida.