Multa y arresto por acosar en las calles
Las detenciones podrán ir desde las cinco y hasta las 36 horas en caso de proceder: Comisaria especial Las sanciones económicas podrán superar los mil 300 pesos por evento y según la gravedad Se pueden castigar desde piropos, chiflidos, manoseo y “repegon
Una mirada incómoda, lasciva, de esas a las que llaman morbosas, con las que se invade la intimidad de las personas; miradas que se concentran en distintas partes del cuerpo sin el consentimiento de quién es observada; esas son tan sólo algunas de las situaciones que miles de mujeres padecen y enfrentan en el área metropolitana de Guadalajara, condicionando así la libertad de tránsito y poniéndolas como víctimas de acoso, algo que ya se castiga en algunos municipios de la ciudad.
Aunque para muchos es algo “normal”, que se queda en una “simple” mirada o comentario, esto no lo es, y convencer a una sociedad de ello, es el primer reto de esta política pública que adquiere mayor fuerza en el momento en que los ayuntamientos de Guadalajara y Zapopan realizaron modificaciones a sus respectivos reglamentos de Policía y Buen Gobierno, para calificar el acoso como una falta administrativa, que de acuerdo a su gravedad, podría traer como consecuencia desde la detención del infractor por espacio de 5 a 36 horas; hasta el pago de multas de hasta 15 salarios mínimos.
De acuerdo a datos de la Comisaría de la Unidad de Prevención Ciudadana, Vinculación Social y Atención a Víctimas, el 95 por ciento del acoso callejero que reciben las mujeres proviene de hombres, entre los cuales, existe un número importante que no es consciente de que su conducta es inadecuada, principalmente debido a que han normalizado los chiflidos y piropos, “no se les falta al respeto, es reconocer que la mujer está guapa pero no es faltarle al respeto”, indicó Juan Manuel con respecto a los piropos que él mismo acepta hacer, “de vez en cuando”, con frases como “adiós bonita” o solo “adiós”, y que sigue empleando a pesar de que señala, nunca ha sostenido platica o conocido a una mujer tras dirigirse a ella de tal forma.
El propio Juan Manuel se mostró sorprendido cuando se le cuestionó por las sanciones que puede alcanzar el hecho de acosar a alguien en la calle, incluso, se mostró incrédulo y sostuvo que no se trata de acoso el hecho de “piropear” a una mujer, “¿Apoco sí?, pues si no le está haciendo nada uno, es una frase y ya, malo que la tocaras o no sé”, señaló este hombre de 27 años, que al menos, mostró un límite y considera inadecuado el llegar a tocar a una persona sin su consentimiento, cosa, que algunos no parece un problema.
“Me pasó que en el camión, yo estando sentada un tipo se paró a un lado de mí y así como que no queriendo la cosa se acercó mucho y cada que el camión frenaba me acercaba el miembro al hombro. Mi error fue no decir nada”, señaló Selene, y narra, “ya en cuanto menos me lo esperaba, me di cuenta que se había sacado el pene y se estaba tocando, eso es una situación súper incómoda y créeme que uno como mujer se siente más avergonzada que los mismos hombres que son los puercos que se atreven a hacer ese tipo de cosas, imagínate y yo me pongo a pensar, si eso hacen en un camión lleno de gente, ¿Qué no podrían hacerle a alguien que se encuentra en una calle sola?”, cuestionó Selene.
El acoso, de acuerdo al Reglamento de Policía y Buen Gobierno de Guadalajara, se explica como “la conducta de connotación sexual que se manifiesta en ámbitos donde se establecen relaciones jerárquicas o de poder y que se lleva a cabo en espacios públicos o semi públicos con la intención de interactuar de forma negativa sin el consentimiento de la receptora de violencia”, y por lo tanto, es considerado un generador de violencia que comienza con situaciones como “gestos obscenos, piropos, silbidos, besos, bocinazos, jadeos, miradas lascivas, tocamientos, agarrones, grabación de partes del cuerpo, comentarios sexuales directos o indirectos y hasta exhibicionismo”, señaló en entrevista para MILENIO JALISCO, la titular de la comisaria de la Unidad de Prevención Ciudadana, Vinculación Social y Atención a Víctimas, Carmen Julia Prudencio.
La funcionaria explicó que la línea que el municipio ha desarrollado toda una serie de políticas para poder contrarrestar este tipo de situaciones, mismas que se aplican desde la campaña “Sin Excusas yo Respeto” y entre las cuales destaca el convenio entre el gobierno de Guadalajara y el programa insignia de ONU Mujeres, así como la habilitación de una línea de denuncia de acoso callejero, que tiene el primordial objetivo de atender a las mujeres que sufren acoso, pero también, “nos sirve para generar información que actualmente no existe sobre este tema, tanto sobre víctimas, como victimarios”,
El acoso podría traer como consecuencia desde la detención del victimario hasta multas Las Conchas, Miravalle, Monumental, Lomas de Polanco y 5 de Mayo, colonias más violentas
señaló Carmen Julia.
Una de las labores que han tenido que llevar a cabo, es la capacitación de la totalidad de los elementos que integran la Policía de Guadalajara, pues al igual que un porcentaje importante de la población, “culturalmente lo tienen arraigado, el tema del acoso es una conducta que se ha normalizado en general, en toda la población, y no excluye a servidores públicos. Sabemos que los policías deben ser los primeros sensibilizados para este tipo de programas”.
Esa misma búsqueda de sensibilización ha llevado a esta instancia dependiente de la Comisaría tapatía, a espacios en los que se presenta de manera frecuente el acoso, como lo es en el servicio de transporte público, “identificamos las rutas 214, 45, 45 A, 52 y 380, en donde hemos dado información a 3 mil 815 usuarios, 120 choferes”, añadió la funcionaria, en tanto que en el caso de escuelas, principalmente preparatorias, se han impartido talleres a 7 mil 079 estudiantes.
En un primer mapa de incidencia en el municipio de Guadalajara, y en base a un estudio, las autoridades han detectado las colonias, Las Conchas, Miravalle, Monumental, Lomas de Polanco y 5 de Mayo, que resultaron ser las que mayor cantidad de casos de violencia y acoso se ha logrado detectar, aunque esto, con datos que deben alimentarse con mayor precisión, algo que se pretende lograr con este mismo programa, para conocer el fenómeno, entenderlo y entonces combatirlo desde diferentes vertientes, tal y como lo sugiere el programa de ONU Mujeres.