La trama rusa apunta ya al yerno de Trump
EX ASESOR ACEPTA QUE MINTIÓ SOBRE CONTACTOS CON MOSCÚ Mutis del mandatario; Flynn ofrece colaborar con el fiscal Robert Mueller
El presidente estadunidense, Donald Trump, mantuvo ayer un bajo perfil tras el encausamiento de su ex asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, quien aceptó haber mentido a la FBI, en la investigación sobre los contactos entre la pasada campaña electoral y funcionarios rusos.
A diferencia de la mayoría de los días en que Trump opina sobre hechos noticiosos, en especial cuando se trata de su persona o su gobierno, ayer la cuenta del mandatario en Twitter registró poca actividad, con pocos mensajes y retransmisiones, ninguno relacionado a Flynn.
Al ser consultado por un juez del Distrito de Columbia si deseaba declararse culpable, Flynn apenas respondió: “Sí, señor”.
Flynn, de 58 años, fue inculpado por ofrecer “falso testimonio” en “un asunto bajo jurisdicción de una rama del Poder Ejecutivo del gobierno de Estados Unidos”, según documentos de la oficina del Fiscal Especial, Robert Mueller.
La Casa Blanca rehúso comentar al respecto y refirió todas las preguntas a la oficina de Ty Cobb, abogado personal externo del presidente, quien en una declaración escrita sugirió que la declaratoria de culpa de Flynn nada tiene que ver con Trump. “Nada sobre la declaración de culpabilidad o el cargo implica a nadie más que al señor Flynn”, aseguró Cobb, tras recordar que antes de mentir a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), el ex militar mintió al mandatario y por eso Trump optó por despedirlo del cargo.
Flynn fue despedido a menos de un mes de que asumió el cargo, por haber mentido al vicepresidente Mike Pence sobre los contactos con el entonces embajador ruso ante Estados Unidos, Sergei Kislyak, asegurando que nunca discutió con éste el tema de sanciones contra Rusia.
Además del silencio al respecto que el mandatario mantenía en Twitter, hasta la tarde de ayer la Casa Blanca buscó también limitar sus interacciones con la prensa.
La vocera presidencial, Sarah Sanders, anunció de manera inesperada a un grupo de periodistas, fotógrafos y camarógrafos que esperaban afuera de la Oficina Oval, la cancelación del acceso para recoger imágenes del encuentro de Trump con el primer ministro de Libia, Fayez al-Sarraj.
El impacto de la confesión de Flynn alcanzó a la bolsa de valores de Wall Street, cuyos principales índices cayeron más de 1 por ciento.
La confesión de Flynn se enmarca en la investigación que encabeza Mueller sobre la eventual colusión entre el comité de campaña de Trump y funcionarios rusos durante la carrera presidencial del año pasado.
En una nota oficial, Flynn dijo que asumía “plena responsabilidad” por sus actos y admitió que como parte del acuerdo con la justicia pasará a colaborar de buena fe con el equipo de Mueller, precisamente lo que la Casa Blanca más temía.
Según el acuerdo de cooperación firmado ayer entre Flynn y Mueller, los contactos con Kislyak fueron coordinados por un “alto funcionario” del equipo que en ese momento organizaba la transición al gobierno de Trump, tras el triunfo electoral del magnate el 8 de noviembre pasado.
Flynn incluso recibió instrucciones de un “muy alto funcionario” del equipo de transición para que se contacte con Kislyak a raíz de una moción que Egipto había presentado al Consejo de Seguridad de la ONU sobre asentamientos israelíes en territorios palestinos, afirman los documentos firmados por Mueller.
Según versiones coincidentes de los medios estadunidenses como NBC y CNN, el “alto funcionario” podría ser Jared Kushner, yerno y asesor directo de Trump.
Otros allegados a Trump durante la campaña electoral ya fueron inculpados por el escándalo.
El millonario abogado Paul Manafort, que llegó a ser el presidente del comité de campaña de Trump, y su auxiliar Rick Gates, fueron acusados de conspirar para lavar dinero proveniente de gobiernos extranjeros, en especial de Ucrania.
Por su parte, el operador político Georges Papadopoulos ya se declaró culpable de haber sostenido reuniones con funcionarios rusos para tratar de ensuciar la campaña de la aspirante demócrata Hillary Clinton y haber mentido a las autoridades al respecto.m
Según versiones de medios de EU, como NBC y CNN, la orden pudo venir de Jared Kushner