Los ultras alemanes eligen a sus líderes del ala más radical
El partido anti imigrante AfD excluye a los miembros más moderados en su dirigencia
El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) eligió a un dúo de dirigentes procedentes de su ala nacionalista, durante un congreso marcado por varias manifestaciones contra la formación.
La AfD logró 12.6 por ciento de los votos y 92 escaños en las elecciones legislativas de septiembre, algo nunca visto para una formación populista de estas características en Alemania desde la Segunda Guerra Mundial y tras la derrota del nazismo.
Además, su ascenso lastró el resultado de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el partido conservador de la canciller Angela Merkel, que no ha conseguido formar una alianza de gobierno con el Partido Demócrata Libre (FDP) y Los Verdes desde los comicios para retener la jefatura de Gobierno.
A pesar de su éxito electoral, la AfD ha sido escenario de una lucha interna entre nacionalistas radicales y miembros más moderados, que llevó a la colíder Frauke Petry a abandonar el partido días después de las elecciones, para formar su propio movimiento.
Cerca de 600 delegados del partido de extrema derecha se reunieron ayer en la ciudad Hanover para elegir al sustituto de Petry.
Jörg Meuthen, de 56 años, que pertenece al ala nacionalista del partido, fue reelegido como colíder con 72 por ciento de los votos.
El jefe de la AfD en Berlín, Georg Pazderski, fracasó en dos votaciones para conseguir el segundo puesto, lo que le dio la victoria al jefe del grupo parlamentario, Alexander Gauland, de 76 años, con 68 por ciento de los votos.
Esa doble elección confirma la derechización del partido, fundado en 2013 como un movimiento populista y anti euro.
Antes de la votación, Meuthen aseguró que trabajaba para afrontar la “amenaza” de que los alemanes “pierdan su país, quizá no inmediatamente, pero poco a poco”, en una crítica a la inmigración.
Al inicio del congreso, centenares de manifestantes intentaron bloquear el acceso y la policía los dispersó con cañones de agua.
Horas después, más de seis mil manifestantes pro refugiados desfilaron por el centro de Hanover para apoyar la política migratoria de Merkel, que permitió la llegada de más de un millón de personas que piden asilo desde 2015.
Esa misma política migratoria le restó apoyos a la canciller en su propia coalición sobre todo entre los miembros de su partido, la CDU.
Desde hace dos meses, la AfD se deleita con las dificultades de la premier alemana, cuyo partido ganó las elecciones con un resultado históricamente bajo.
Merkerl intenta convencer a los socialdemócratas, sus socios de la coalición saliente tras fracasar las convesaciones con Los Verdes y el FPD
Los delegados no aceptaron una moción para que Meuthen sea el único presidente de la AfD, por temor a depositar demasiado poder en una persona y con la esperanza de aplacar las divisiones internas.
Alternativa para Alemania logró 12.6% de los votos y 92 escaños en las elecciones pasadas