Preguntas, solo preguntas
S aber hacer las preguntas claves para obligar al preguntado a repensar las afirmaciones claves, y las consecuencias teóricas y prácticas, del área de conocimiento implicada en el cuestionamiento es una forma muy antigua de reconocer si el sujeto preguntado conoce y domina los secretos de la materia en cuestión. Por eso hoy, todavía en algunas escuelas de prestigio, el profesor examina a los estudiantes pidiéndoles la formulación de preguntas.
En estos tiempos de elecciones pululan aspirantes a toda clase de puestos. La gran mayoría declara sus promesas y convicciones con mayor o menor claridad y atrae para sí la atención de los votantes. A los aspirantes les preguntan para que se luzcan, no para reconocer qué saben y conocen. En nuestro país la educación y los educadores enseñamos muy poco a preguntar y preguntarnos. Exigimos respuestas apegadas a lo establecido en libros o apuntes del maestro. No caemos en la cuenta de la importancia vital de formular y formularnos las preguntas de fondo, exigentes, para resolver los acertijos o demandas de la realidad vivida.
De ahí el interés de cuestionar a los aspirantes a ser votados acerca de cuáles son sus preguntas sobre las realidades de México. Si por ejemplo, no se hicieran “buenas” preguntas por el origen de la violencia sabríamos que no tomarán buenas decisiones en ese campo. O si se defienden y aducen lo “complejo” del tema y no comunican cómo están pensando ese tema, o sólo ofrecen los rodeos al uso, sabremos que no lo han pensado en serio y serán presa fácil de las ideas de sus asesores.
Los ciudadanos, votantes o no, podemos ayudarles con algunas preguntas inteligentes. Por ejemplo: Señor aspirante, ¿se ha planteado usted cómo se puede en este país ahorrar hasta un 50% del agua que usamos, sin que los ciudadanos hagamos nada especial? ¿Qué pasaría si empresas, ciudadanos y gobiernos cumpliéramos al pie de la letra las leyes y normas en materia de protección del ambiente? ¿Y si usted, con el consenso social, hace lo necesario para que los secretarios de salud, de educación, de medio ambiente y los fiscales (todos) se nombraran por un plazo de 12 años? ¿Y si todos los funcionarios públicos reciben estipendio por un máximo de diez salarios mínimos? ¿Y sí la tasa de impuestos a quien gane más de un millón de pesos fuera del 50%? Pidamos las preguntas, no sus promesas.